MEMORIAS DE SUDÁFRICA | DIARIO DE LA ROJA
Guaraní vs. tiqui taca
España haría historia si ganaba a Paraguay. Sería la primera vez que se clasificaba para unas semifinales de un Mundial. A 24 horas de regresar a Ellis Park, había calma tensa en La Roja.
España buscaba meterse en las semifinales de un Mundial por primera vez en su historia. En 1950, cuando acabó cuarta, lo que disputó fue una liguilla final con Uruguay, Brasil y Suecia. La historia jugaba en contra porque en las cuatro ocasiones en que jugó cuartos fue eliminada: en 1934 y 1994 por Italia, en 1986 por Bélgica y en 2002 por Corea. La selección de Paraguay era el escollo para hacer historia.
Para conseguir el objetivo, la Selección vuelve a Johannesburgo para jugar con Paraguay. Otra vez al Ellis Park donde venció a Honduras. La intención, rememorar la película Invictus, con Mandela y Pienaar, basada en el libro de John Carlin, columnista de AS en aquel Mundial, por cierto. Aquel 2 julio, La Roja se entrena en el mítico estadio donde Sudáfrica ganó el Mundial de rugby para preparar el partido de cuartos.
En la rueda de prensa oficial del día antes organizada por FIFA en el Ellis Park, Del Bosque hace una declaración de intenciones: "Queremos pasar con buen juego, no de cualquier forma". Y también pidió prudencia al detectar un clima de excesivo optimismo entre aficionados y enviados especiales: "No podemos pensar en las semifinales sin haber jugado los cuartos".
Aquel día, los técnicos de la Selección que se ocupaban de analizar el rival inmediato de España compartieron su análisis con AS. Paco Jiménez y Antonio Fernández eran los encargados de hacer los informes para que Del Bosque y Toni Grande supieran cómo jugaban los adversarios. El dossier que habían elaborado de Paraguay ambos analistas ya estaba en la carpeta del seleccionador después de haber estudiado todas las fases del juego y las jugadas de estrategia del rival de cuartos, al que habían visto todos sus partido. Paco Jiménez, que trabajó con Del Bosque en la cantera del Madrid y el primer equipo, nos avanzó que Paraguay "se parece mucho más a Chile que a Suiza; defiende bien, pero presiona mejor. El líder del equipo es Alcaraz y su mayor peligro, a balón parado". Paco Jiménez y Antonio Fernández ya habían hecho su trabajo. Nunca iban a los partidos de España porque lo suyo era analizar al rival al detalle. Ahora estaban trabajando en el análisis del posible siguiente rival y fueron a ver el Alemania-Argentina.
Aquel día las agencias informaban que los jugadores de Paraguay usarían la lengua guaraní para que sus indicaciones no fueran descubiertas por España durante el transcurso del partido entre ambas selecciones.
Esta fue una medida que ya habían llevado a cabo en anteriores enfrentamientos ante conjuntos que hablaban en español.
La opción de usar el guaraní y poder darse indicaciones sin ser entendidos por sus rivales les concedía un elemento sorpresa extra para generar más peligro. En un partido, y más en uno de cuartos de final, se utilizan todas las armas dentro del reglamento. ¿Superaría hablar en guaraní al tiqui taca?