Tete Morente tira del carro
El extremo lleva muchas jornadas siendo el mejor jugador del Málaga. Ante el Girona volvió a ser decisivo con sus dos asistencias y su capacidad para generar desequilibrio.
El Málaga ha recuperado el pulso y vuelve a mirar al futuro a corto plazo con cierto optimismo. La victoria ante el Girona ha cambiado por completo el presente blanquiazul. Pellicer llamaba a la prudencia tras el choque. “Queda mucho por sufrir”, advertía el técnico, pero el Málaga se ha quitado un enorme peso de encima con ese triunfo que se llevaba resistiendo demasiadas jornadas.
La mejoría del equipo, que doblegó con una superioridad indiscutible a un claro candidato al ascenso como el Girona, ha encontrado una buena base en el cambio de dibujo y en la apuesta de Pellicer por jugar con tres centrales y dos carrileros largos y, al mismo tiempo, tiene a un protagonista que destaca por encima del resto: Tete Morente. El extremo gaditano se ha mostrado como el jugador más en forma de la plantilla desde el regreso de la competición.
El Málaga le echó mucho en falta en Lugo, donde apenas fue capaz de generar peligro. Frente al Girona regresó directo al once y se convirtió en el líder de un equipo que ha encontrado en él su principal elemento de desequilibrio. Dos asistencias perfectas a las cabezas de Cifu y Sadiku hicieron saltar por los aires al equipo catalán y devuelven al Málaga a la senda de la felicidad, al menos por unos días.
Tete Morente es actualmente uno de los jugadores más decisivos de Segunda. Manolo Gaspar le reclutó a finales de enero del Lugo, donde no estaba dando lo mejor de sí, y le firmó hasta el 30 de junio de 2021 por el salario mínimo (algo menos de 40.000 euros). Y en Málaga ha encontrado un hábitat ideal. Tardó varios partidos en hacerse con el puesto, pero cuando Pellicer le dio la alternativa, ya no volvió a salir del once por motivos deportivos.
Un gol, tres asistencias y muchos buenos minutos de juego en los nueve partidos en los que ha participado. El ritmo en este Málaga lo marca Tete Morente, a quien se agarra Pellicer para alejar definitivamente los fantasmas y tratar de alcanzar esa ansiada permanencia.