El Fuenlabrada 'sobrevive' a un gran Extremadura
Los de Mosquera, liderados por Pinchi, fueron mejores casi todo el partido, pero el gran trabajo de los dos arqueros azulones dieron el empate a los locales.
Fuenlabrada y Extremadura firmaron las tablas en un duelo marcado por el esfuerzo físico y los balones largos. Los de Mosquera volvieron a dar muestras de ese equipo con orgullo que cerró una salvación milagrosa la campaña pasada, mientras los azulones dan otro pequeño paso hacia los cincuenta puntos.
El partido en el Torres empezó con retraso por problemas con la iluminación. Por si fuera poco, Figueroa Vázquez tenía que pitar dos veces el inicio del duelo al saltar antes de tiempo los jugadores visitantes. Surrealismo fuenlo-extremeño.
Ya con el balón rodando por el césped, los dos equipos buscaron los muchos centímetros de sus delanteros con un fútbol directo y poco trabajado. Con más peligro se acercaban los visitantes, sin mucho margen de maniobra por los resultados de la jornada, pero sus oportunidades se marchaban al centro escolar adyacente al estadio fuenlabreño.
En el 10’, el VAR hizo su primera intervención de la noche. El árbitro sancionaba penalti por mano de Pastrana. Sin embargo, el videoarbitraje indicaba al árbitro que la jugada era fuera del área. Hugo Fraile, quién ya se frotaba las manos con una de sus mejores suertes, las penas máximas, lanzó la infructuosa falta para los azulones.
Cuando el partido se perdía en un intercambio demasiado duradero de misiles tierra-aire, Nteka presionó hasta el error al central azulgrana Pardo y, tras una carrera de potencia, el parisino perforaba la red en el minuto 22. Justo premio para el gran reinicio de la temporada del parisino.
El tanto espabiló a los de Mosquera y, espoleados por un Pinchi eléctrico desde la derecha, visitaron con frecuencia los dominios del portero Freixanet. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final la rompió; Pinchi centraba para que Alegría, uno de los mejores rematadores de la categoría, cazase el envío con una gran volea en el 36’. El gol hizo titubear el plan de juego de los locales. Además los visitantes, sabedores del estado de su rival, se lanzaron a buscar el segundo tanto ante un Pol Freixanet en momentos salvador. Con todo esto se llegó al descanso, un descanso necesario para los de Sandoval.
A la vuelta de los vestuarios, el técnico fuenlabreño daba la sorpresa al introducir a José León por José Fran y dibujar una defensa de cinco para atar a Álex Alegría y Pinchi, los peligros del Extremadura en el primer tiempo. Le crecían los enanos al Fuenlabrada, en el 47’, Sekou Gassama, goleador estas últimas jornadas, se marchaba lesionado. Oriol Riera era su sustituto. Diferentes nombres, mismas cualidades. Mientras, el balón seguía surcando el cielo de Fuenlabrada con los continuos centros de ambos equipos.
Para continuar con la serie de catastróficas desdichas azulonas, Pol Freixanet, arquero del Fuenlabrada, se veía obligado a abandonar el terreno de juego por lesión. Joan Femenías, quién se disfrazaría de héroe más tarde, debutó entonces bajo la portería azulona en un partido loco en el que el Extremadura y su entrenador parecían estar más cómodos.
El cansancio y el asfixiante calor empezaba a tomar la plaza fuenlabreña y las pulsaciones del partido se relajaron hasta el punto de que el fútbol dependió del fallo rival más que del acierto propio. Joan Femenías sería la figura del final del partido con dos paradas milagrosas que dieron el empate a los suyos. Para los extremeños, empate, a priori, insuficiente en su lucha por mantener la categoría.