Liverpool escenifica el fracaso del confinamiento: miles de hinchas abarrotan las calles
¿Cuántas vidas vale un triunfo deportivo? Liverpool demostró ayer, en la primera celebración del título de liga en 30 años, que, quizás, el deporte de élite sí que esté reñido con la pandemia. No tanto por la salud de quienes lo practican, que también, sino por los miles de personas que por ejemplo ayer se congregaron a las afueras de Anfield para cantar, bailar y celebrar -por supuesto, sin mascarilla ni distancia de seguridad- un hecho histórico en la leyenda red. Menos histórico, sin embargo, que una pandemia que se ha cobrado ya más de 43.000 vidas de forma oficial en el Reino Unido y que sigue registrando más de 1.100 casos al día y 150 fallecidos cada 24 horas.
En la ciudad que dio por seguro que fueron los aficionados del Atlético de Madrid los que llevaron el virus a sus calles ayer no existieron las medidas de confinamiento. No existió, ni siquiera, esa ‘nueva normalidad’ a la que llegará el país el próximo 4 de julio a pesar de que los expertos advierten de un “riesgo real” de una segunda oleada. Liverpool ‘pasó’ del coronavirus.
La policía, que ya había advertido de los peligros que entrañaba volver a la competición, se vio impotente: en apenas una hora miles de aficionados llegaron a pie y en coche a las inmediaciones del estadio, saltándose todas las barreras y protocolos y llenando la ciudad con el olor de la pólvora y el ruido de sus trompetas y cánticos. La normalidad previa al coronavirus pavoneándose ante los cientos de miles de familias británicas afectadas por la pandemia. Y las que quedan.
Los cuerpos de seguridad, conscientes de que la situación podría descontrolarse aún más si intentaban disolver la concentración, se limitaron a establecer un perímetro para disuadir a los aficionados que seguían llegando al lugar. “Esto es impresionante, no puedo creerme la cantidad de gente que somos y la verdad es que mucha distancia social no hay. Pero bueno, todo el mundo está contento y de buen rollo”, aseguraba un asistente de 51 años a la prensa británica. “Es muy especial estar aquí con mi padre. Él vive y respira por este club”, aseguraba otra sobre su padre, de 72 años.
“Por desgracia, y como hemos visto durante todo el periodo de confinamiento, no todo el mundo se ha sumado a las normas que están en vigor. A pesar de que la gran mayoría de las celebraciones fueron bien intencionadas, un gran número de personas decidió concentrarse a las afueras del estadio”, asegura Rob Carden, jefe de policía del área de Merseyside, que recuerda que la región se ha visto “desproporcionadamente afectada” por la pandemia y que son sus ciudadanos quienes tienen la responsabilidad de prevenir futuros casos.