En Anoeta esperan al Madrid el liderato y Martin Odegaard
El equipo de Zidane dependerá de sí mismo en LaLiga si gana. El noruego ha participado en seis de cada diez goles de la Real. Vuelve Merino y Mariano estará en el banquillo.
"Antes le sacábamos dos puntos al Madrid y ahora son tres". Una aritmética irreprochable pero engañosa de Guillermo Amor, director deportivo del Barça, tras el pinchazo azulgrana en Sevilla. También la única manera de aumentar la presión sobre el Madrid, que desde la medianoche de ayer depende de sí mismo para conquistar esta Liga que ha ido de mano en mano. Espera que esta noche esté en la suya tras el duelo más exigente de cuantos le restan, ante una Real que flaquea (sigue el partido en directo en AS.com) pero que ya ha ganado este año en el Bernabéu y que se mantiene invicta ante los grandes en Anoeta.
Dos partidos, un punto, un gol y una frase, de Imanol Alguacil, tras la derrota en Mendizorroza: "El confinamiento nos ha ido fatal". La pandemia ha sido plomo para la Real Sociedad, que en marzo andaba como un tiro: seis victorias consecutivas y una derrota inmerecida en el Camp Nou, de penalti discutido. Pero el empate ante Osasuna y la derrota frente al Alavés en el retorno de LaLiga le han sacado de Champions y le han sumido en una especie de minidepresión que tiene que ver con la falta de experiencia (el equipo más joven de Primera con diez menores de 25 años) y con Odegaard.
Los focos del partido, como todos los de esta temporada ante el Madrid, apuntan al noruego. Contractualmente concluye su compromiso a final de temporada y debe regresar al Madrid, aunque la Real apela a un acuerdo verbal para retenerle un año más y el jugador no ha recibido garantías de entrar en el Bernabéu con el rol de indiscutible, lo que le inclina a aplazar en una temporada su retorno. El Madrid también está por ello.
Odegaard ha participado en seis de cada diez goles del equipo esta temporada, superior a los de Messi o Benzema, pero encadena seis partidos sin marcar ni asistir. Ha perdido el ángel y su equipo lo acusa. Sólo Messi mete más pases en el área y esa capacidad de filtrar balones en el terreno de la verdad le ha dado muchos puntos al equipo donostiarra. Ahora anda menos fino.
También paga el precio de las lesiones. Esta noche faltarán Illarramendi, Guevara, Sangalli y Barrenetxea, más Zaldua, expulsado en Mendizorroza. A cambio vuelve Merino, una de las figuras del 3-4 en el Bernabéu del pasado 6 de febrero que dejó al Madrid fuera de la Copa. Aquella tarde Isak marcó dos goles y dio otro. Imanol aún no le ve como nueve de referencia. Ha metido 14 goles, más que nadie en el equipo, en 36 partidos, pero en 22 de ellos salió desde el banquillo.
Dos victorias y seis goles
El Madrid está en el otro extremo. Dos victorias y seis goles en la postpandemia y un fortalecimiento general de la plantilla con la recuperación de Hazard y Asensio. Incluso ha suplido la falta de gol con un reparto inédito: veinte futbolistas han marcado esta temporada, récord de la Liga. Con todo, Benzema sigue resultando crucial y no tiene más relevo que improvisar con Asensio, que sólo ha jugado ahí, eventualmente, en la Selección, o tirar de Mariano, que ya ha superado su lesión, pero sólo ha jugado 65 minutos en un año. El balear podría estrenarse como titular en la banda derecha, un papel en el que se deprecia mucho Valverde. La plaza está plagada de candidatos (el propio Asensio, Vinicius, Bale…) y de incertidumbres. Del resto no parece que ZIdane vaya a tocar demasiado teniendo en cuenta que la Real es el adversario más complicado de las nueve jornadas pendientes.
El Madrid, pese a los resultados, también tiene puntos negros. Sólo tiró seis veces ante el Eibar, cuando su media supera los 15 disparos por partido. Contra el Valencia subió a 19, pero casi la mitad llegaron desde fuera del área, donde su eficacia baja notablemente: cuatro goles en todo el curso por los doce del Barça. Otros datos, en cambio, hablan de buena sincronización: un 91% de acierto en los pases y una recuperación altísima (a 41 metros de su portería de promedio). La segunda parte ante el Valencia, además, alargó mucho a sus laterales, cuya posición media casi superó a la de Asensio o Hazard, los extremos que acabaron el choque.
Se aventura, pues, un duelo entre dos equipos muy territoriales. La Real anda en posesión por encima del Madrid (57% a 56%) y muy parejo en la elaboración, e Imanol le tiene tomada la medida al equipo blanco, con tres victorias en los últimos cuatros partidos. Anoeta lamentará el vacío de sus gradas.