El Camilo Cano, un búnker para espantar curiosos
El estadio de La Nucía y la nueva casa del Levante, en su debut ante el Sevilla, se blindó para evitar la presencia de aficionados en los exteriores.
La nueva casa del Levante abrió sus puertas a Primera División. El Estadi Olímpic Camilo Cano ya es un mini Ciutat. Sólo le faltaba que echase el balón a rodar y que el conjunto de Paco López frenase a un Sevilla con aroma a Champions para dar por inaugurada la nueva sede del Levante. Al estadio de La Nucía no le falta detalle. Escudos por todos los sitios, lonas con el nombre de algunas peñas granotas y hasta la academia que tiene el tenista David Ferrer justo pegada al campo también se ha convertido en territorio azulgrana. "La Academia de tenis David Ferrer con el Levante UD", reza una de las pancartas que se pueden observar en una de las lomas que hay por la zona. Apenas hay rastro de la pista de atletismo que bordea el terreno de juego.
En el territorio de los curiosos, sólo había Policía. En cada rincón que cualquier aficionados podría aprovechar para ver el fútbol gratis con un bocata y una silla de playa en medio de la montaña, había un miembro de seguridad. Cada intento de aproximarse a la zona, hubo más de uno, era abortado de inmediato. La Ciudad Deportiva también se bunkerizó cuatro horas antes del duelo. A las 14:30 clausuró toda actividad. Imposible acceder sin pasar antes por un par de controles policiales. Eso sí, los más forofos, muchos con camisetas del Sevilla, se conformaron con ver la llegada de los autobuses en una de las rotondas que da acceso a la Ciudad Deportiva, todavía a un par de kilómetros del estadio.
El pueblo de La Nucía y sus 18.000 habitantes sólo pudieron ver el ambiente de esas rotondas y con salir en los informativos. El nombre de esta localidad ya ha dado la vuelta al mundo. El Camilo Cano es historia de LaLiga tras convertirse en el estadio 101 en el que se disputa un partido de Primera. Y por aquí todavía tienen que pasar el Atlético, Betis, Real, Athletic y Getafe.