Suiza nos envía un espía

En la concentración de España en Sudáfrica hay síntomas evidentes de que se aproxima el partido ante Suiza. La Federación ha tenido noticias de que el alemán Ottmar Hitzfeld, seleccionador del equipo helvético, ha enviado espías a los entrenamientos de España. Y Del Bosque toma medidas drásticas. En una decisión muy poco habitual en él, el salmantino ordena el entrenamiento a puerta cerrada. Toni Grande, seleccionador ayudante, prepara una serie de jugadas ensayadas, saques de esquina y faltas laterales, con el objetivo de abrir la lata de Suiza, que llegaba al Mundial 2010 con el registro de 360 minutos sin recibir goles en su portería y que confirmó esa tendencia en Sudáfrica, al batir el récord de Italia de más minutos en la Copa del Mundo sin recibir un gol en contra.

Mientras España se afanaba en ver la manera de abrir a Suiza, cosa nada fácil, los jugadores con problemas físicos iban mejorando. El enviado especial de AS informó que tanto Iniesta como Torres iban a jugar contra Suiza. Así se confirmó después. Iniesta fue titular, aunque hubo de ser relevado por Pedro, mientras que Torres entró desde el banquillo en el minuto 62. También pudieron jugar Xabi Alonso y Busquets, que en los días previos se dosificaron.

Las horas previas al partido del debut fueron tensas en la concentración de España, no sólo por el espía suizo, también por el nivel de otros rivales. Argentina había debutado frente a Nigeria (1-0, gol de Heinze) con un deslumbrante Messi. Del Bosque aseguró que "con Leo a ese nivel, ellos son los favoritos". Luego, ya se sabe, la Argentina de Maradona fue a menos y la España de Del Bosque, a mucho más.

Mientras, todo lo que rodeaba a España iba bien. Los jugadores estaban contentos con el lugar escogido para la concentración, donde se compartían sin problemas espacios con la Prensa (sí, España fue campeona de Europa y del Mundo compartiendo tanto el seleccionador como los futbolistas espacio vital, vida y milagros con los enviados especiales), las agencias de viajes informaban de que no había suficientes aviones para atender la demanda de seguidores dispuestos a volar diez horas para ver a la Selección y Manolo El del Bombo ya había llegado a Sudáfrica, un país que terminó por adorar pese a que una enfermedad le obligaría a regresar a España antes de lo previsto, aunque luego sacara fuerzas para estar en la final del Soccer City. En uno de esos aviones que iban aterrizando en Johannesburgo procedentes de Madrid, de Barcelona..., llegó también Luis Aragonés, el técnico que había conducido a España a ganar la Eurocopa de 2008. Luis acudió al Mundial como comentarista del canal árabe Al Jazeera, y tras el tropezón de España ante Suiza hizo unas declaraciones que no cayeron muy bien. Eso toca otro día...