Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

CELTA - VILLARREAL

Aspas acude al rescate

El delantero moañés vuelve tras cumplir sanción con el Celta al borde de la zona roja. Último tren europeo para el Villarreal

Iago Aspas se ejercita en una bicicleta estática en las instalaciones del Celta en A Madroa.
Lalo R. Villar/LALIGADIARIO AS
Ampliar

Si esta previa se hubiera escrito en el momento indicado por el calendario, describiría a un Celta lanzado a por la permanencia, invicto en los últimos cinco encuentros y afianzado en el estilo de Óscar. A su vez, dibujaría a un Villarreal sin fuerzas, alejándose de Europa a cada semana y entrando en barrena con tres derrotas consecutivas, la última especialmente dolorosa frente al Leganés en casa.

Sin embargo, ahora ya nada vale después de tres meses de parón por este maldito confinamiento. El contexto se mantiene, pero el estado de cada cual es una verdadera incógnita. El partido, eso sí, nada tendrá que ver con el del año pasado, cuando andaban los dos equipos con el agua al cuello (sigue el encuentro en directo en As.com). De hecho, los amarillos miran ahora hacia Europa, aunque no se pueden despistar mucho si quieren coger ese tren a tiempo. Balaídos puede ser su última oportunidad, ya no pueden fallar más.

El Celta, por su parte, se aferra una vez más a Iago Aspas. El genio de Moaña regresa al equipo tras cumplir sanción y se mide a uno de sus rivales favoritos. Hasta cuatro bombardeos del céltico sufrió el Submarino amarillo en las últimas tres batallas. Óscar podrá esta tarde alinear a su once de gala, aunque todo hace indicar que Denis Suárez, que estuvo durante la semana entre algodones, empezará en el banquillo. Su lugar, presumiblemente, lo ocupará Brais, y el resto del once debiera ser el habitual.

En los últimos cuatro partidos entre Celta y Villarreal se anotaron 19 tantos, lo que supone una media de casi cinco goles por encuentro. De ellos, diez fueron de color celeste y nueve, amarillo. Son antecedentes que invitan a pensar en un duelo atractivo para esta tarde en Balaídos. Eso sí, esta vez el gol tendrá la compañía del silencio.