FRANCIA
La opción Thiago Silva: ganga para unos, trampa para otros
El central brasileño saldrá gratis del PSG y varios equipos ya han mostrado un interés por contratarlo. ¿Está en condiciones de llegar a otro grande de Europa?
Thiago Silva no seguirá en el PSG. El central brasileño acaba así una etapa prólifica en el conjunto parisino, en el que se ha consolidado como un jugador franquicia y ha terminado por ser capitán. Su salida deja un agujero en la zaga de Tuchel y al mismo tiempo abre numerosas preguntas sobre el futuro del internacional brasileño. ¿Qué equipo lo acabará fichando?
Sobre la mesa hay dos problemas sustanciales para contratarlo: se trata de un futbolista veterano (35 años) y es también un futbolista caro (cobra 14 millones de euros). Esa combinación, más la crisis financiera generalizada tras la pandemia del coronavirus, hace complicada su contratación. Incluso contratándolo por un año, es una suma muy considerable de dinero la que hay que destinar al sueldo de un defensa que no tendría el puesto garantizado en un Madrid o un Barça, por ejemplo.
Así, los clubes que ya han mostrado interés por él son, ahora mismo, del segundo escalón del fútbol europeo. Uno de ellos es el Milan, del que vino, acostumbrado a fichar a este tipo de jugadores veteranos en los últimos años. Thiago Silva dejó un gran recuerdo allí, pero hace mucho tiempo de su marcha. Su vuelta sería una verdadera incógnita. El otro club interesado es el Everton, especialmente por la figura de Carlo Ancelotti. El técnico italiano coincidió con Thiago en París y cree que es el tipo de futbolista que necesita la zaga 'toffee' para ser más contundente.
Críticas
En los últimos días algunas críticas acerca del juego de Thiago Silva le han hecho verdadero daño a ojos de la opinión pública. Una de ellas es la del exjugador y comentarista Rothen, quien dijo que, pese a ser un buen central, "nunca había llegado al nivel de Sergio Ramos o Van Dijk". Aún así, muchos grandes equipos estarían encantados de contratarle. No será fácil. Su edad y su salario juegan en contra del futuro del brasileño.