El nuevo fútbol toma medidas: quién entrará, cómo, protocolos...
Los estadios abrirán las puertas a poco más de 200 personas sometidas a una estricta normativa, sobre todo futbolistas y árbitros: mascarillas, ropa, hidrogel, material precintado...
Cuando se reanudó la Bundesliga hace tres semanas, muchos aficionados de todo el mundo pusieron sus ojos en aquellos partidos por pura curiosidad, más allá del mono de ver goles y regates: ¿cómo será ahora el fútbol? Podríamos decir que sobre el césped no ha cambiado demasiado, pero fuera de él lo ha hecho completamente. La distancia física lo condiciona todo. Desde lo más evidente, las gradas sin público, hasta detalles como que los capitanes no se chocan la mano antes de empezar. Nada queda al azar dentro de los estadios del nuevo fútbol.
¿Quién entrará ahora a los estadios? En total podrán acceder unas 220-240 personas, dependiendo de las necesidades televisivas de cada partido y de algunos aspectos que aún están por hacerse oficiales, por ejemplo, la cobertura informativa. Dicho esto, el protocolo de LaLiga y el CSD establece tres zonas en las que se repartirán los asistentes a cada encuentro, aunque una de ellas (roja) se corresponde con los exteriores. Ya en el interior, se distinguen la verde, que es la más restrictiva, y la azul. En función de la labor que se vaya a desempeñar dentro, se entrará por una u otra puerta al recinto.
El estadio en tres zonas: roja, azul y verde
Zona roja: alrededores del estadio. El protocolo señala que no habrá más de 32 personas. El tope es más bajo si el encuentro no requiere de una producción audiovisual tan exigente. Es el área de los puntos de control, de las unidades móviles y de los aparcamientos y en ella estarán empleados de seguridad y de la producción TV.
Zona verde: es propiamente la de los protagonistas de los partidos. Es decir, el césped, los vestuarios, los pasillos, la puerta de acceso exclusivo… por donde se moverán los futbolistas, los técnicos y los árbitros. Es la que requiere unas medidas de higiene más estrictas. Toda la zona se desinfectará (también las porterías, por ejemplo) 24 horas antes del partido.
A este área podrán acceder los futbolistas (23 de cada equipo), los entrenadores y médicos (ocho por equipo), los árbitros (cinco), recogepelotas (cuatro), jefes de seguridad, directores de partido, delegado, mantenimiento del césped, personal sanitario/Cruz Roja, encargados de limpieza, producción TV, redactores TV, fotógrafos (¿ocho?)... El número total superará ligeramente la centena, unos 110.
Una de las novedades ya la hemos visto en la Bundesliga. Al ser doce jugadores suplentes y no siete y además tener que mantener la distancia, el banquillo se amplía. Algunos futbolistas se sentarán en los alrededores, en las primeras filas de la grada más cercana. Todos con mascarilla. También estarán precintados hasta el momento de ocuparlos. Los pasillos y las puertas de la zona verde se limpiarán incluso durante el partido.
La lista de personas que entrarán al estadio quedará fijada dos días antes del partido. Y el protocolo marca unas normas estrictas de higiene. Será obligatorio el uso de mascarillas y se tomará la temperatura en los puntos de acceso. No obstante, aún quedan aspectos por rematar, pues se llegó a valorar que fuera necesario haber dado negativo para entrar al estadio.
El protocolo de los partidos
Si el equipo llega en autobús al estadio, lo hará en dos vehículos distintos para poder guardar las distancias. Si los protagonistas se desplazan en coche, se marcará una escaleta para evitar acumulaciones. En cualquier caso, entrarán con mascarilla y guantes. Primero llegará el equipo local y luego, el visitante.
Cada vez que los futbolistas y los árbitros entren o salgan del terreno de juego deberán desinfectarse las manos. Para ello habrá dispensadores de hidrogel debidamente colocados. Las bebidas también serán individuales. No habrá pasamanos, ni fotos ni saludos previos entre capitanes y árbitros. Se hará el sorteo y luego cada uno a su campo.
La tecnología MediaCoach de seguimiento de los futbolistas sobre el campo ahora tendrá una nueva utilidad: si algún jugador diera positivo, se podría calibrar qué compañeros y rivales han estado en riesgo de contagio durante el partido. El protocolo estima que quien haya pasado más de cinco minutos en contacto con el positivo, pasará a estar controlado mediante test.
Por otro lado, se priorizarán los desplazamientos en vuelos o trenes chárter para evitar los contactos con personas ajenas a la expedición y, además, poder mantener las distancias en el interior. Los futbolistas y demás miembros del grupo no podrán ir a las tiendas de las estaciones y terminales.