Olmo asiste al enésimo festín de Werner
El Leipzig vuelve a ponerse tercero, eso sí, siete puntos por detrás del Bayern de Múnich líder. Dani Olmo volvió al once del conjunto patrocinado por la Red Bull tres meses después.
El Mainz no guardará gratos recuerdos de sus enfrentamientos con el Leipzig en la 19/20. Medio año después de sufrir una dolorosa derrota por 0-8 en su visita al Red Bull Arena, los pupilos de Achim Beierlorzer volvieron a sufrir una nueva sacudida en el segundo partido de la temporada ante los toros rojos, esta vez por 0-5. Trece tantos en dos partidos (no ocurría desde la 99/00, cuando el Ulm cayó 1-4 y 1-9 ante el Leverkusen) y el decimosexto fracaso del conjunto mancuniano este curso, que puede dejarle a tan solo un punto de los puestos de descenso. Depende del resultado del Düsseldorf en su visita a Colonia. El Leipzig vive una realidad muy distinta. Vuelve a ponerse tercero, eso sí, siete puntos por detrás del Bayern de Múnich líder.
La principal noticia estaba en el equipo de Julian Nagelsmann, en el que Dani Olmo volvió al once del conjunto patrocinado por la Red Bull tres meses después. Firmó una actuación notable que, eso sí, quedó a la sombra de la ofrecida por los atacantes del Leipzig. Salieron mordiendo y asfixiaron a un Mainz que no supo liberarse del asedio visitante en ningún momento. No tuvo nada que ver la agresividad y las ganas del Leipzig con la pasividad de un Mainz que, pasado el cuarto de hora en el reloj, ni siquiera lograba cruzar la divisoria. Fue un naufragio.
Y no tardó en reflejarse en el luminoso del desierto Opel Arena. Fue Timo Werner, pistolero por excelencia de los germanorientales, el encargado de estrenar el marcador. Laimer, otra de las numerosas estrellas emergentes del Leipzig, le bailó al ex del Espanyol Aarón Martín en el carril derecho y Werner finalizó a placer. Doce minutos más tarde, Poulsen volvió a quedarse solo ante el pobre guardameta local Florian Müller y tampoco perdonó, esta vez de cabeza. Sabitzer se unió a la fiesta antes del descanso; y el Mainz comenzó a revivir la pesadilla de la ida.
Pero aún quedaba la segunda mitad y el Leipzig tenía ganas de marcha. Nagelsmann disfrutaba en el banquillo viendo como los suyos se divertían sobre el césped. Prácticamente medio equipo pudo subir el cuarto hasta que, finalmente, el de siempre no hizo uno, sino dos más. Werner firmó el hat-trick, aumentando una renta goleadora que suele pasar desapercibida ante las cifras de Lewandowski en el Bayern. Fue su vigesimocuarto gol en la Bundesliga, tres menos que el polaco. Le peleará el pichichi hasta el final. Y el Mainz por no descender.