Raúl y la intrahistoria de su gol de la Novena: "El doctor me pinchó el dedo, me lo durmió..."
"El día del partido no podía ni ponerme la bota por un pisotón de Iván Campo. Le dije al doctor que me hiciese lo que sea para jugar. Me dejó el dedo dormido, por eso disparé tan mal”, dijo.
La Novena Copa de Europa del Real Madrid siempre será recordada como la de la extraordinaria volea de Zidane. Aquel gol ha quedado como uno de los más bonitos de la historia de esta competición en particular y del fútbol en general. Los medios lo analizaron desde todas las perspectivas, se hicieron estudios sobre la postura del francés en el momento del golpeo… Aquel gol derrotó al Bayer Leverkusen y le dio el título al Real Madrid, pero poco se habla de que el camino hacia aquella Orejona lo comenzó a andar el capitán, Raúl González Blanco, con el primer gol del encuentro. Un tanto que, como confesó el protagonista en la clausura de la Semana Blanca de la Escuela Universitaria Real Madrid Universidad Europea, tiene intrahistoria. “El día antes de la final de Glasgow, Iván Campo me pisó y el día del partido no podía ni ponerme la bota. Le dije al doctor que me hiciese lo que sea para jugar. A veces ocurren estas cosas. Una hora antes de calentar el doctor me pinchó en el dedo y me lo dejó dormido, por eso disparé tan mal. Metí el gol con el dedo dormido. Es una buena anécdota”.
El eterno ‘7’ dejó el Real Madrid en 2010 después de 16 temporadas de blanco, 323 goles e infinidad de momentos icónicos: “Quedarse con uno es muy complicado. Está el día del debut, que se cumple tu sueño desde niño. Otro, a nivel más de club, fue la Séptima. A nivel personal, la Copa Intercontinental ante el Vasco de Gama, que hacía mucho que no se ganaba. Por el gol que marqué y porque también fue un salto en mi carrera a nivel internacional”.
Aquella Séptima Copa de Europa, conquistada en 1998 contra la Juventus, también se hizo un hueco en el discurso del excapitán madridista: “La final de la Séptima fue muy bonita porque llevábamos 32 años sin ganar la Copa de Europa. Éramos un equipo nuevo y, pese a que fue una temporada tan irregular, en nuestra cabeza había algo diferente cuando jugábamos la Champions. La Juventus era un equipo muy competitivo y con grandes jugadores. Lo teníamos muy difícil, pero había algo de magia en lo que habíamos hecho en esta competición. En los días anteriores, el equipo estaba muy mentalizado y con confianza en que se podía conseguir. Fue un hecho histórico y recuerdo el recibimiento a la vuelta en Madrid. Ganamos tres Copas de Europa, pero esa fue especial”.
Por último, Raúl habló de su experiencia como entrenador del Castilla. Su debut como técnico del filial se quedó sin ascenso por el final prematuro de la temporada en Segunda B debido al coronavirus, pero ha ganado tablas. Ha lidiado con lesiones graves, alineaciones de 19 años de media, fichajes galácticos que no han podido ayudar... “Tengo la oportunidad de ser entrenador y enseñar lo que significa el Real Madrid e inculcar los valores que me transmitieron cuando llegué. El ADN es ganar, jugar bien y formar buenas personas; ese es el trabajo que hacemos en la cantera”, concluyó Raúl.