La ingeniería económica para la supervivencia de la Juventus
Los Agnelli se enfrentan, como casi todos, a un tremendo reto de gestión. Cristiano es pieza clave. Las salidas y la habilidad en el mercado marcarán el futuro.
La Juventus de Turín afronta un reto de gestión de importantes dimensiones después de esta crisis provocada por la pandemia global de la Covid-19. Los bianconeri tienen que hacer un importante reajuste en sus presupuestos intentando no perder competitividad ni en Italia, donde varios equipos en auge podrían abrir la pelea por el título, ni en Europa, donde aún se resiste la Orejona. Los Agnelli afrontan su partido más importante para mantener a la Vecchia Signora con una salud de hierro sobre el campo.
Salarios y fichajes: de la compra al trueque
El trueque fue uno de los primeros modos de mercadeo que el ser humano inventó y ante la crisis económica del fútbol, los grandes ejecutivos del balompié han vuelto a encontrar atractiva esta vieja fórmula para reforzar sus plantillas.
La Juventus está haciendo 'obras en casa' y ha empezado por reajustar su escala salarial buscando salida a varios jugadores. Que Pjanic, Higuaín y Rabiot estén en esta rampa no es casualidad ya que el bosnio y el argentino están en el tercer escalón salarial (7,5 millones de euros junto a Dybala) y el francés, en el cuarto. De los tres, sólo Pjanic cuenta con más de 2500 minutos sobre el verde esta temporada y a sus 30 años tampoco se le considera irremplazable. Con sus salidas, más De Sciglio incluido en el trueque por Semedo con el Barça, la Juventus podría ahorra hasta 25 millones de euros solo en salarios.
La salida de Higuaín es prioritaria y más, después de las dudas que se vertieron sobre su vuelta a Turín para retomar los entrenamientos y la temporada. El último en salir a la palestra como sustituto del argentino ha sido Raúl Jiménez y las ofertas bianconeras de las que se informa desde Italia sorprenden y dejan entrever que las cantidades que se invertían el verano pasado son cosa de eso, del pasado.
El dinero deja de ser un gran argumento y el prestigio de jugar en la Juventus pasa a ser la baza principal para intentar convencer al mexicano con una cesión de dos años desde el Wolverhampton, una oferta difícil de aceptar para el club inglés frente a las de otros clubes con más músculo financiero.
Que salga o no dependerá de la habilidad de los ejecutivos bianconeri que ya han demostrado buen ojo en el mercado consiguiendo jugadores de primer nivel mundial al acabar contrato o en otras situaciones ventajosas. Sirvan como ejemplo Cristiano Ronaldo, adquirido a menos de cien millones en plena burburja, Andrea Pirlo, que llegó libre desde Milán o un prometedor Paul Pogba que acabó convertido en estrella y que dejó un buen ingreso en caja.
Buenos contratos antes de una crisis
La llegada de Cristiano Ronaldo fue y sigue siendo una gran inversión para la Juventus. El portugués no golea al ritmo que cuando vestía solo de blanco y su sueldo, 31 millones al año, es astronómico pero el retorno está valiendo la pena. Su llegada aumentó su valor y su relevancia a nivel mundial aún más. Esto acabó atrayendo, como no, el dinero.
Hace algo más de tres meses, la Juventus cerró un contrato multimillonario con Allianz a razón de 10,3 millones al año hasta 2030 porque la marca de la aseguradora aparezca en el nombre del estadio, las camisetas de calentamiento del primer equipo masculino y en la espalda de la equipación de juego de la plantilla femenina.
Además, Adidas aumentó su oferta hasta los 51 millones anuales de ahora e incluso los Agnelli invirtieron más en el club inyectando dinero a través de un patrocinio con Jeep que subió de 17 a 42 millones de euros por temporada.
En bolsa empiezan a levantar cabeza después de una caída hasta los 0,54 céntimos el día que se paró el balón en Italia después de que ganaran al Inter. El regreso del fútbol y una victoria en la Serie A serían dos buenas noticias que podrían provocar una nueva subida.
Una crisis en un momento delicado
En 2019, el club aprobó una ampliación de capital para seguir creciendo y también afrontar una deuda que superaba los 30 millones de euros. Ahora, vienen problemas y, aunque los jugadores arrimaron el hombro con un recorte de un 30% menos de salario, en los despachos miran cada número para afrontar un reto económico cuya resolución, para bien o para mal, afectará a lo que pase en el césped.