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ATLÉTICO DE MADRID

Antonio López: "Hamburgo lo cambió todo en el Atlético"

Los cimientos de este Atleti, que con el Cholo ha levantado siete títulos, se pusieron hace diez años, con un equipo que volvía a ganar catorce años después. Él era el capitán.

Madrid
Antonio López en LaLiga Promises de 2018.
ALBERTO IRANZODIARIO AS

Antonio López (Benidorm, 1981) colgó las botas en 2014 pero no se fue lejos. Desde entonces dirige la agencia de representación AL Eventos Deportivos como capitaneó al Atleti. Con pasión, profesionalidad y corazón.

Antonio López en el partido de las leyendas que cerró el Calderón.
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Antonio López en el partido de las leyendas que cerró el Calderón.PEPE ANDRESDIARIO AS

-¿Qué tal en la representación?

-Sí. Lo que más llevo es a chicos jóvenes. En el Atleti, Levante, Betis, Depor, a San Román, cedido en el Elche que regresará al Atleti aunque tengo cuatro o cinco clubes interesados en él... Jóvenes talentos a los que ayudas a seguir creciendo, les intentamos dar todas las herramientas para llegar. Yo es que me veo muy reflejado. Todo lo que viven ya lo he pasado y, desde la experiencia, les puedo aconsejar.

-¿Cambió mucho ese área desde que usted era jugador?

-Muchísimo. Yo me acuerdo cuando llegué al Atlético, con 15 años, para ir a entrenar a Orcasitas tenía que coger dos autobuses, un tren y un metro, desde la residencia. Hora y diez. Ahora tienen su autobús. Ha cambiado muchísimo para mejor.

-Como el Atleti... 2010 cambió la historia del club. ¿Es consciente de ello?

-Sí, soy consciente de que aquel día empezamos a cambiar todo. Quizá más que la mayoría de mis compañeros porque llevaba más tiempo en el club y siempre dije que no podía retirarme sin ganar un título. Llevábamos 48 años sin ganar en Europa, desde 1962. De todas las copas que he podido levantar para mí la más especial siempre ha sido esa porque fue la primera y la que vimos que empezamos a cambiar todo.

-Y justo cuando les tocaba jugar esa final entró en erupción aquel volcán en Islandia.

-Sí (ríe). Menuda anécdota. Nosotros íbamos a viajar el martes pero el lunes llamaron del aeropuerto que iban a cerrar el espacio aéreo a las dos de la tarde. Santi Bustamante, delegado entonces, fue corriendo, se lo comentó a Quique (Sánchez Flores). Paró la sesión, todos corriendo a casa a cambiarnos y al aeropuerto. El último avión que despegó de Barajas, el nuestro. Y Clemente Villaverde buscando un campo donde entrenar allí porque íbamos dos días antes y no uno, por el volcán.

-Usted estaba en Neptuno en el ascenso a Primera, en 2002.

-Sí, sí. Además era complicado. El Atlético se suponía que tenía que estar en Primera, que era un grande, por historia, afición, club, pero, cuando yo llego al primer equipo, la realidad era Segunda. Entonces, ascendimos y no llegamos a celebrarlo tampoco del todo, es curioso, porque mucha gente decía que qué íbamos a celebrar la Primera que ya teníamos que estar allí.

-Y ocho años después el Atlético gana la Europa League y es usted quien la levanta…

-Es una explosión de alegría… Ver toda la Castellana, todas las calles colindantes llenas, y yo el privilegiado de ponerle esa bufanda a Neptuno.

-Y ahí los recuerdos de 2002.

-Sí. Es que yo con ocho años decía: "Me encantaría jugar en el Atlético, con estar en el banquillo me conformo". Y con 18 subiendo a Primera. Y ocho más tarde levantar un título como capitán... (silencio).

-¿Cómo recuerda los goles de Forlán en la prórroga?

-Recuerdo que nosotros marcamos primero y enseguida ellos nos marcaron. Yo desde dentro del campo veía, notaba, que íbamos a ganar. Es cierto que nada más salir salimos un poco no nerviosos, sí expectantes, pero poco a poco fuimos nosotros. Y lo que te digo, en el campo estábamos convencidos de que lo íbamos a sacar. De hecho, en el gol de la prórroga recuerdo coger a Diego, tirarlo al suelo, vino todo el banquillo… Nos tiramos encima, la afición estaba cerca y ahí ya vimos que sí, que nos llevábamos esa copa y ya no se nos podía escapar.

-¿Cómo era jugar con una punta de delanteros formada por Forlán y Agüero?

-Son jugadores diferentes pero a la vez como son tan buenos ellos mismos, cuando un partido, se trababa el Kun te cogía se iba de dos y te metía un gol. Y Forlán desde fuera del área te metía un golazo desde fuera del área tanto con la derecha como con la izquierda, porque le pegaba de escándalo con las dos. Era muy importante tener a esos dos futbolistas. Yo recuerdo en Hamburgo, cuando llegó el pitido final fue una explosión de alegría, recuerdo a los compañeros corriendo de un lado, a otro…

-La final de Copa después ante el Sevilla, Tiago siempre dice que, a pesar de la derrota, si tiene que quedarse con un momento es ese, por la comunión grada y equipo.

-Estoy de acuerdo con Tiago. En ese partido hubo una conexión espectacular con nuestra gente. Fíjate, perdimos la final y se escuchaba solamente a la afición del Atleti, no a la del Sevilla que era la que había ganado. De hecho, nosotros en el campo tardamos muchísimo en irnos porque, claro, la gente seguía ahí, animando, animando, animando, y de hecho yo me acuerdo que me vino uno de los vigilantes de seguridad. "Antonio, que os tenéis que ir, que habéis perdido". Y le dije: "Ya, pero cómo nos vamos a ir, mira a toda esta gente". Y nos quedamos otro rato más, dando la vuelta al estadio para agradecer a la gente el apoyo que nos estaba dando y nos había dado. Esa final y la conexión con la afición creo que ha sido el día que más nos sentimos identificados jugadores-afición, afición-jugadores.

 -Es 2020. Cómo ha cambiado el Atleti. La ciudad deportiva del Cerro del Espino es otra...

-Sí. Ha crecido muchísimo, muchísimo. Algunas veces lo hemos hablado en alguna reunión, yo que estoy en la Asociación de Leyendas, con Miguel Ángel Gil Marín. Ha cambiado muchísimo. Para bien. Tanto a nivel institucional como deportivo y para mí es muy bonito verlo ahí, porque lo he visto abajo, lo he dejado entre medias, con el bien-notable, y ahora está de sobresaliente… Y que todavía hay ahí jugadores amigos, que han jugado conmigo, y enorgullece aún más.

-¿Cómo ve a Koke? ¿Ve en él cosas de usted como capitán?

-Creo que Koke ha ido cogiendo cosas de todos (ríe). Mías, de Gabi, Godín… Es muy inteligente y muy trabajador. Y yo he estado en charlas en las que Koke habla y los compañeros le escuchan, y cómo. Pienso que ahora mismo no hay un mejor capitán para el Atlético que Koke.

-¿Molesta que le piten?

-Me jod…, claro. No es del agrado cuando pitan a uno. Pero también es verdad que, tanto Koke como los futbolistas a los que en alguna ocasión les pitan, tienen la posibilidad de cambiar eso. Yo recuerdo a Raúl García. Hubo un tiempo que le pitaban y ¿quien cambió eso? Raúl García… Si hay un tío trabajador ese es Raúl García. Con 17 años me acuerdo, en Osasuna, quedarnos después de los entrenamientos yo a centrar y él a rematar. Y hoy en Lezama así sigue. ¿Por qué Raúl García ha metido tantos goles con ambas piernas, de cabeza, por qué le pega tan bien, por qué es tan listo en el área? Porque tiene mucho trabajo durante muchos años. Por eso a mí, más que jod... que les piten, me enorgullece que ese tipo de jugadores le den la vuelta a la situación y levanten al público para que les aplauda.