Una obra de arte de Malong frena al Colonia de Gisdol
El conjunto local se puso con una cómoda venta de dos tantos, obra de Uth y Kainz, pero Awoniyi y Kunde Malong consiguieron empatar.
El Colonia de Gisdol quería seguir sorprendiendo, tal y como lo había hecho antes del parón. Se despidió siendo el quinto mejor equipo de la Bundesliga tras el cese de Beierlorzer en noviembre, pero pinchó en su vuelta a los terrenos de juego frente a un Mainz que sigue en plena lucha por la permanencia. El Colonia no pasó del empate a dos en el duelo de las dos cuidades más carnavalescas de Alemania y sigue en la décima posición de la tabla, en tierra de la nada. El Mainz, por su parte, se sitúa decimoquinto, cuatro puntos por delante del Düsseldorf en el puesto de promoción.
El Rheinenergiestadion estaba desierto, pero el vacío en uno de los feudos más animados de la Bundesliga no pareció importar demasiado a los locales. Empezó mejor el Colonia, embotelló al conjunto dirigido por su ex entrenador y no tardó en obtener la recompensa. A los seis minutos de partido, Niakhaté derribó a Uth en el área y el propio delantero se encargó de poner por delante en el marcador a los suyos. Fue el inicio de partido soñado para una de los equipos más en forma antes del parón.
Tardó en aparecer el Mainz, pero apareció. Con un Aarón Martín muy activo en el carril izquierdo, los visitantes comenzaron a ganar los duelos divididos en el centro del campo y, poco a poco, fueron acercándose al marco protegido por Horn. Boëtius tuvo el empate en sus botas, pero tardó tanto en reaccionar que Leistner logró desviar el cuero in extremis. El Colonia estaba más vivo. Y reflejó esa astucia en el luminoso: sorprendió al Mainz ejecutando una falta en el centro del campo al instante, Drexler colgó el cuero desde la derecha y Kainz sentenció el choque.
O, al menos, eso parecía. Pero quedaba tiempo. Más de media hora para que el Mainz tirara de épica y así fue. El primero de los visitantes nació en una jugada aislada, prácticamente de la nada. Quaison filtró el cuero a Baku, el germano-congoleño la cruzó y Awoniyi recortó diferencias a bocajarro. Se lo creyeron los maguntinos, que convirtieron el partido en un intercambio de golpes que terminó favoreciéndoles; gracias a Malong. El camerunés recibió en el círculo central, se fue de cinco colonienses y puso las tablas ante la incredulidad de Gisdol. Punto de oro para el Mainz.