Nacho, el quinto 'One Club Man' del Real Madrid
Sólo cuatro jugadores (Zárraga, Camacho, Chendo y Sanchís hijo) han sido capaces de hacer su carrera entera en el Madrid. Nacho, si acabase de blanco, sería el quinto.
La denominación de ‘One Club Man’ se aplica a aquellos futbolistas que a lo largo de su carrera profesional siempre han defendido la misma camiseta, un símbolo de fidelidad a los colores que cada vez cuesta más mantener a medida que la mercantilización del fútbol y la generosa entrada del dinero de las televisiones ha roto las barreras de todos los precios imaginables (los 222 millones que pagó el PSG por Neymar es la mejor prueba de ello). Desde 2015, este reconocimiento como ‘One Club Man’ se ha escenificado siempre en San Mamés (acompañados por José Angel Iribar, el jugador de la historia del Athletic con más partidos). Arrancó ese año con el inglés Le Tissier, 17 temporadas en el Southampton (1985-2002). En 2016 le tocó el turno a Paolo Maldini, que jugó en el Milán nada menos que 25 temporadas (1984-2009). En 2017 , turno para Sepp Maier, el portero alemán que estuvo en el Bayern Múnich de 1966 a 1979. En 2018 el turno fue para Carles Puyol, que jugó en el Barça de 1999 a 2014 (593 partidos). Y el año pasado lo recibió en La Catedral el escocés Billy McNeill, que jugó en el Celtic 18 temporadas (¡822 partidos!).
En el caso del Real Madrid, en sus 118 años de historia encontramos sólo cuatro jugadores que han cumplido con el requisito de estar toda la carrera en el club a nivel profesional (no se contabiliza si de jóvenes llegaron al Madrid procedentes de una liga amateur o juvenil). Esos requisitos los cumplen solamente José María Zárraga (1951-62), José Antonio Camacho (1973-89), Miguel Porlán ‘Chendo’ (1981-98) y Manuel Sanchis (1983-2001). Actualmente, sólo Nacho Fernández podría entrar en ese elitista Club Five al haber pertenecido al Madrid desde sus categorías inferiores.
ZÁRRAGA
El centrocampista vizcaíno jugo en Tercera División en el Arenas de Guecho, su pueblo natal. Lo fichó el Madrid en 1949 para su equipo filial, el Plus Ultra. Dos años más tarde debutó en el primer equipo del Madrid y ahí acabó su carrera once años después, siendo de los pocos que puede presumir de haber ganado las cinco Copas de Europa consecutivas (1956-1960) y de haber sido titular en todas las finales. Jugó 303 partidos con el Real Madrid (5 goles).
CAMACHO
El de Cieza (1955) llegó al Madrid en 1973 tras destacar como juvenil en el Albacete, en la selección murciana juvenil y en la española. En el equipo manchego llegó a jugar unos meses en categoría regional. El Madrid lo reclutó en 1973 para el Castilla, pero su fuerza y poderío le hicieron dar el salto al primer equipo esa misma temporada, haciéndose célebre su marcaje individual a Cruyff en un Madrid-Barça en el Bernabéu (1-0) en el que el holandés casi no tocó la pelota. Permaneció 16 años en el club de su vida, defendiendo su camiseta 577 ocasiones (una grave lesión de casi dos años evitó que estuviera en el podio de los tres con más partidos jugados). Es uno de los símbolos de la garra y el coraje del jugador con puro ADN blanco.
CHENDO
También murciano, pero de Totana (1961). Del juvenil de su pueblo salto directamente al del Real Madrid (1977), gracias a esa poderosa carrera que tenía por la banda derecha y su gran velocidad. Formó parte de aquel célebre Castilla que fue capaz de jugar la final de la Copa del Rey ante sus ‘hermanos’ mayores en el recordado partido jugado en el Bernabéu en 1980 (6-1). Debutó con el primer equipo en Castellón en 1982, junto a Míchel, en el famoso partido de la huelga de futbolistas. Y así hasta 1998, formando parte de la plantilla que ganó la Séptima en Ámsterdam a la Juventus de Zidane. Jugó 496 partidos de blanco (3 goles).
MANUEL SANCHIS (HIJO)
El hijo de Manuel Sanchis (el padre jugó en el Madrid de 1965 a 1971 y ganó la Copa de Europa de los Ye-Yés) estuvo desde los juveniles en la disciplina del Real Madrid. Junto a Butragueño, Míchel, Martín Vázquez y Pardeza formó parte de la mítica Quinta del Buitre, debutando en la Condomina de Murcia logrando el gol de la victoria. En el Madrid permaneció de 1983 a 2001, lo que le permitió poder presumir de ser el único de la Quinta que levantó la ansiada Champions (en 1998 y en 2000), y encima lo hizo como capitán. Jugó 710 partidos de blanco, sólo superado por Raúl (741) y Casillas (725).
NACHO FERNÁNDEZ
El madrileño de Alcalá de Henares ha llegado a la treintena con el orgullo de haber siempre en el Madrid, el equipo su pasión infantil. Su hermano Álex juega en el Cádiz. Precisamente en 2012 logró con el Castilla el ascenso a Segunda A tras eliminar a los gaditanos en una gran eliminatoria a doble partido. Con 111 encuentros, es el jugador de la cantera que más veces ha defendido la camiseta del filial. Debutó con Mourinho en Mestalla ante e Valencia en 2011 con una goleada sonada (3-6). Con el Madrid ya lleva cuatro Champions y está a sólo uno de sus 200 partidos oficiales de blanco. Le queda un año de contrato. Mientras que siga aquí, será el gran candidato a ser el quinto ‘One Club Man’ en la historia del club.
OTROS CASOS
Hay otros jugadores que han pasado a la historia de la entidad pero que por pequeñas circunstancias no están en tan prestigioso club. El legendario Paco Gento permaneció 18 años en el Bernabéu (1953-1971) y ganó 6 Copas de Europa, pero en la temporada 1952-53 jugó en Primera División con el Racing de Santander. Ramón Moreno Grosso estuvo en el Madrid siempre, salvo unos meses en 1964 en que fue cedido al Atlético, evitando el descenso de los rojiblancos a Segunda con nueve goles. José Luis Peinado ‘Pepe Goles’ jugó en el Madrid de 1967 a 1976, pero estuvo tres temporadas antes cedido exitosamente en el Rayo Vallecano. El portero Miguel Ángel, ‘El Gato’, estuvo de 1966 a 1985 en el club, pero sus tres primeros cursos de blanco estuvo repartido en las cesiones al Orense y al Castellón. Manolo Velázquez, ilustre canterano de los años 69 y 70, no pudo certificar su periodo de One Club Man al salir en 1976 rumbo al futbol canadiense (Toronto, 1978-79).Previamente y también había tenido cesiones al Rayo Vallecano y el Málaga.
Mismo caso de Ignacio Zoco (fue fichado de Osasuna en 1962), Goyo Benito (jugó cedido en el Rayo Vallecano de 1966 a 1968), Del Bosque (tuvo cesiones en el Castellón y el Córdoba) o García Remón (jugó en Segunda con el Oviedo en la 1970-71). Otros que pudieron serlo y no fueron por acabar sus carreras en otros clubes fueron Pirri (al Puebla de México en 1980), Butragueño (al Atlético Celaya azteca en 1993), Míchel (al Puebla en 1996), Raúl (al Schalke en 2010 y luego a Al-Sadd), Guti (al Besiktas en 2010) y Casillas (al Oporto en 2015). Todos han hecho historia, pero de momento sólo cuatro (más Nacho) pueden identificarse como SIEMPRE BLANCOS.