Dembélé, en mitad de la nada
Tres meses después de su operación, y a tres meses de su hipotético regreso, su futuro no pasa por Can Barça. Lleva ocho lesiones, 425 días de baja y se ha perdido 70 partidos.
El lunes se cumplieron tres meses desde que el doctor Lasse Lempeinen operó a Ousmane Dembélé de una rotura completa del tendón proximal del bíceps femoral de la pierna derecha. Fue en Turku, Finlandia. Por entonces, Lempeinen ya dejó claro en este medio cuál sería el periodo de baja de Dembélé: "Mi estimación es que estará seis meses lejos de los terrenos de juego. La lesión fue más grande y más exigente que la que yo mismo operé en 2017". A Dembélé se lo tragó la tierra ese 11 de febrero. Desapareció de las redes sociales, de la charla telemática que el pasado 14 de abril organizó Quique Setién; y, teóricamente, desapareció para pasar el confinamiento en Barcelona. La semana pasada, sin embargo, a Dembélé se le vio en París y no se presentó a las pruebas del COVID-19, que pasó el lunes.
El futuro de Dembélé en el Barça no está nada claro. Dijo Lasse Lempeinen, que se comprometió a seguir de cerca la recuperación, que estaba "muy seguro de que, después de una rehabilitación cuidadosa, sus mejores años en el fútbol están por venir". Pero tres meses después de operarse, a mitad del camino de la recuperación, el Barça no está tan convencido de eso. La temporada pasada, advirtió a Dembélé de que tenía una última oportunidad. Se trataba de darle un voto de confianza aunque, por detrás, lo tuviese como último as en la manga para cerrar la operación Neymar. Este año ni siquiera tiene ese colchón.
Irregular en el campo, donde mezcla buenas condiciones individuales y una exuberancia física brutal con una lectura deficiente del juego, un futbolista que ha costado 140 millones no es sostenible si se lesiona ocho veces, se pierde 70 partidos y ha estado, de momento, más de 425 días de baja en el Barça que serán más de 500. Su comportamiento, además, siempre ha estado bajo sospecha. Mickael Naya, su excocinero, llegó a explicar en Le Parisien que "Ousmane no respeta para nada los tiempos de descanso, no hay ninguna estructura de alto nivel en su entorno!. El Barça quiso enmendarle la plana este curso. Desde el club azulgrana se transmitió que el jugador era "mucho más profesional", que cuidaba “la alimentación y los tiempos de descanso". Pero Dembélé se lesionó en la primera jornada contra el Athletic y en noviembre, reventó contra el Dortmund. Cuando ya estaba recuperado, y Setién le había echado el enésimo capotazo, el jugador se rompió otra vez el 4 de febrero en plena tormenta Abidal-Messi. Obligado a operarse de nuevo, el Barça ya no cree en el jugador. El mismo doctor Lempeinen admitió que Dembélé es un paciente de alto riesgo: "El mayor riesgo para la lesión de isquiotibiales es la lesión de isquiotibiales anterior". El problema es qué hacer con Dembélé. Con contrato es una quimera y la única solución será meterlo en alguna operación de intercambio para abaratar un fichaje o cederlo a algún club que se haga cargo de la ficha al estilo Coutinho. Dembélé está en mitad de ningún camino.