Abdullah Al Thani: la trituradora de asesores
Abdullah Al Thani ha tenido en esta década como dueño del Málaga, más asesores que futbolistas. 17. Es lo que tiene dirigir un club de fútbol a través de Twitter.
Sin contar directores deportivos, de comunicación (excepto Víctor Varela) o empresas (ejemplo BlueBay) Abdullah Al Thani ha tenido nada menos que 17 asesores de todos los tipos y todas las marcas. Hombres y mujeres fuertes, directores y managers generales, asesores, juristas, directores de Desarrollo y Área de Negocio, un delegado y hasta un director de comunicación que fueron más allá. También un director de Tecnificación. Una lluvia de vicebrazos que al insaciable jeque le supieron a poco porque en realidad sus verdaderos asesores de confianza eran… los tuiteros que le hacían la pelota.
Del despilfarro al caos
El 12 de junio de 2010 se conoció que Abdullah bin Nasser Al Thani se iba a convertir en el primer propietario árabe de un club de fútbol español, el Málaga. El 26 de ese mes se hizo oficial la compra del 96,8 % de los títulos en poder de Fernando Sanz. Abdullah Ghubn, asesor de Al Thani explicó que el precio fue 36 millones de euros y asumiendo la deuda concursal de 14 millones, que aún faltaba por liquidar. Un día después, en Asamblea General Extraordinaria se formalizó el cambio en la propiedad del equipo.
Al Thani vino con un potente equipo de asesores. El mencionado Abdullah Ghubn era vicepresidente y consejero delegado y Yasmin Al Shaoud, directora general, lo que suponía la postergación de su antecesor en este puesto, José María Fernández Mochón. Jesús Nuño se quedaba como asesor jurídico y Julen Guerrero como responsable de un recién creado Departamento de Tecnificación que duro dos Telediarios. Nuño también duró poco.
Glamour y despilfarro fueron las notas predominantes de ese primer periodo del jeque. El Málaga pasó de golpe de tener un presupuesto de 26,7 millones de euros, segundo más bajo solo superado por el Xerez, a 75 millones. Solo por debajo de Real Madrid y Barcelona. Se contrató como entrenador y director deportivo, al portugués Jesualdo Ferreira porque, según decía Ghubn, “le conocíamos de Marbella”. Contrato de tres años cobrando 1,8 millones de euros por temporada. Fue cesado en la novena jornada.
Transcurrida la temporada Al Shahoud salió del club por discrepancias con Al Thani y desavenencias con Ghubn, que decía sobre ella: “Pretendía cobrar más que un futbolista”. Como hombre fuerte se quedó José Carlos Pérez, un experimentado directivo con fama de negociador duro y eficaz. Tras su fallecimiento el 13 de febrero de 2012 las cosas empezaron a ser otras para el club. Peores.
El equipo se había clasificado para jugar la Champions tras obtener un histórico cuarto puesto. Pero los jugadores llevaban nueve meses sin cobrar y amenazaron con un plante. Al Thani se quitó de en medio y dejó la entidad en manos del director de comunicación, Víctor Varela y Vicente Casado, director de Desarrollo y Área de Negocio. Después sería director general. Varela, hoy vicepresidente del Albacete, también salió del club. Vicente Casado sería destituido en 2015 y con él su segundo de a bordo, Manuel Novo. Entró más o menos en su lugar Pedro González Segura como asesor jurídico, pero con poder (en teoría) Entre otras operaciones canalizó el traspaso de Amrabat al Watford por ocho millones de euros que se cobraron al contado. Tampoco estuvo mucho tiempo.
“Seré los ojos y los oídos del jeque”
Más o menos por esa época Al Thani fichó como asesora (¡faltaría más!) a Belén Álvarez, una persona de quien se conocía su faceta en el Twitter como defensora/aduladora/traductora de los mensajes del jeque que ya destacaba con matrícula ‘cum laude’ por soltar tonterías en las redes sociales. Tanta devoción por las redes sociales cautivó al sheikh. “Seré los ojos y los oídos del jeque” declaró Belén Álvarez en La Opinión de Malaga”. Solo tuvo tres meses para agudizar estos dos sentidos.
Fernando Hierro era mánager general, una figura carismática que ejercía como director deportivo. Hizo algunos viajes a Qatar para tratar de interceder entre Al Thani y una plantilla harta de no cobrar. El jeque ni le recibia. “Me voy porque no me siento cómodo” comentó. Estaba hasta el gorro del señor Al Thani. Otro más.
Ghubn, el fichador de Isco
Sin duda el más peculiar de todo este rosario de asesores/personas de confianza fue Abdullah Ghubn. Al jordano le gustaban los coches de alta gama y el buen vivir. También era un apasionado del fútbol. Una de sus anécdotas más memorables fue en el verano de 2010 cuando se dirigía a la concentración del Málaga en Benahavís. La policía le paró y multó con un cambio de rasante. Una multa de 200 euros que pagó al momento con un billete azul de 500 mientras le decía al estupefacto agente de la autoridad: “Quédese con el cambio
Ghubn fue quien dio la orden de pagar los siete millones de la cláusula del entonces desconocido Isco mientras José Carlos Pérez le decía. ¿Pero estás loco?”. Fue acuñador de frases tan célebres como “El Málaga solo se venderá por un trillón” o “Cualquiera que intente dañar la imagen del Málaga no lo va a pasar bien”. Quien no lo pasó bien fue él. Nunca más se supo de él
Shatat y su polémica firma
De aquí pasamos a la etapa de Moayad Shatat, que entró igualmente como vicepresidente y consejero delegado con poderes. A diferencia de Ghubn no tenía ni idea de fútbol. Fue quien firmó el famoso documento en virtud del cual se cedía a la empresa hotelera BlueBay el 49% de la propiedad del jeque y la gestión del club a cambio de gestionar una astronómica deuda de 103 millones de euros. Fue en 2013. Al Thani no aceptó aquello. Fulminó a Shatat, le denunció lo mismo que a Casado y a BlueBay. Siete años después la Justicia dio la razón a la mencionada empresa a quien se ha otorgado por decisión judicial el 49% de las acciones del jeque y la gestión del club.
Joaquín Jofre era el asesor jurídico. Tuvo que hacer más de una vez funciones de director general. Estaba bien valorado por LaLiga porque nadie de la patronal del fútbol español se fiaba de los Al Thani, especialmente de Nasser, que en las pocas veces que acudió se limitaba a pedir que le trajeran cafés… Jofre supo encauzar la venta de Ontiveros al Villarreal, vital para la supervivencia del club y ralentizada hasta la desesperación por el insufrible Al Thani. Otro que fue fulminado.
Shaheen, el más siniestro
El más reciente de los vicebrazos del dueño fue Richard Shaheen. Un personaje tan pintoresco como siniestro al que le gustaba hacer footing en La Rosaleda y que los empleados sacasen de paseo a su repelente perro. La primera decisión que tomó José María Muñoz, el administrador judicial nombrado por la jueza tras el cese de Al Thani fue despedirle, perro incluido. Carlos Pérez, hijo de José Carlos Pérez, también le asesoró antes de irse a Estados Unidos en un proyecto de LaLiga. Carlos López, que era delegado también le ayudó, sacó de muchos apuros y asesoró. En vano.
José María Arrabal ejerció como director de Desarrollo y Área de Negocio. Ejecutivo brillante, es dominador del marketing y las relaciones publicas con buenas etapas en el Real Madrid o en Doha. Se fue porque dedicarse a cualquier cosa es mejor que soportar al jeque. Actualmente es secretario general de Deportes de la Junta de Andalucía.
Al Thani ha tenido también asesores externos. Abogados como Fernando y Bárbara Pérez Espinosa, LGL Group, o el bufete Baker McKenzie, viajes a Londres….Un no parar.
Y si hablamos de directores deportivos necesitaríamos otro capítulo. Antonio Fernández, Mario Husillos en dos ocasiones, Francesc Arnau o José Luis Pérez Caminero. Ninguno tuvo una salida amable. Tampoco los directores de comunicación devorados por su iluminada manera de llevar una empresa futbolística. Más asesores que futbolistas. Y mientras, el Málaga se despeñaba.