El Eibar vuelve a entrenar dos meses después del parón
Los futbolistas azulgranas se ejercitaron individualmente en Atxabalpe y bajo estrictas medidas de seguridad para evitar contagios. Cinco jugadores del filial tomaron parte en la sesión.
El Eibar volvió a entrenar el sábado dos meses después del parón liguero por coronavirus. Los futbolistas del equipo guipuzcoano de Primera División se ejercitaron individualmente en las instalaciones deportivas de Atxabalpe, en Mondragón, y bajo estrictas medidas de seguridad para evitar contagios, siguiendo el protocolo sanitario acordado por los clubes profesionales de fútbol (LaLiga).
Además de los jugadores del primer conjunto azulgrana, participaron cinco del filial (CD Vitoria), porque luego podrían intervenir en una competición liguera que se paralizó a mediados de marzo por el COVID-19.
Todos ellos, al igual que los miembros del cuerpo técnico y médico, y demás personas que intervienen en la preparación deportiva actual o futura del Eibar, pasaron el miércoles un reconocimiento médico que incluyó el test para detectar el coronavirus. Sólo quienes den un resultado negativo pueden incorporarse ahora al trabajo previo a la reanudación de la liga.
El club eibarrés decidió que Atxabalpe acogiera las primeras sesiones preparatorias de la desescalada deportiva, que se realizará por fases. La fase 1 (previa) fue sólo la de análisis médicos, que permite llegar a la fase 2 (entrenamientos individualizados). Y es que inicialmente los futbolistas profesionales sólo pueden ejercitarse por separado y alejados unos de otros en la fase 2, que para el Eibar comenzó ayer. Así, como Atxabalpe dispone de dos campos de fútbol de hierba natural es más idóneo que Ipurúa que sólo cuenta con uno (el anexo está en obras).
Trabajo individual y por turnos para no juntarse
La sesión de este sábado se desarrolló con calor y sol en una mañana primaveral. Comenzó a las 10 horas de la mañana y se prolongó hasta las 13.30 horas. Aunque el entrenamiento en total duró 3 horas y media, cada jugador estuvo la mitad de ese tiempo ejercitándose.
En la fase 2 del protocolo, que incluye sólo ejercicios físicos individuales, sólo pueden entrenar a la vez 6 deportistas por cada campo de fútbol, para que estén distanciados unos de otros y evitar juntarse. Como Atxabalpe dispone de dos terrenos de juego, pueden intervenir a la vez 12 jugadores. Es decir, hay que trabajar por turnos, como en las fábricas, y repartidos entre los dos campos.
Sergio Alvarez y Pedro León fueron los primeros jugadores en saltar al césped, a los que siguieron el resto de los componentes de la plantilla de forma individual cada 10 minutos, hasta un máximo de 12 futbolistas en las instalaciones.
Los jugadores azulgranas han permanecido 7 semanas confinados en su casa realizando cada uno un trabajo de preparación física supervisado a distancia por los técnicos. Así, la vuelta al trabajo para preparar una competición, debe ser gradual para que no se produzcan lesiones musculares.
Tras realizar el sábado distintos ejercicios físicos de activación en la hierba de Atxabalpe, cada jugador pudo disfrutar del balón de forma individual, lo cual fue una liberación tras mucho tiempo sin sentir esa sensación debido al encierro obligado por la epidemia.
El plantel gozará el domingo de descanso semanal, por lo que volverá a los entrenamientos el próximo lunes, en una semana en la que se ejercitará a diario hasta el sábado.
Estricto protocolo sanitario de prevención
La vuelta a la actividad del fútbol profesional llegó con estrictas medidas de seguridad, acordes al protocolo sanitaria para prevenir contagios. Así, los futbolistas tenían que trasladarse uno a uno a Atxabalpe, en Mondragón, en su coche particular y ya cambiados desde casa, para no entrar en el vestuario. Debían de llevar puestos la mascarilla en la cara (Sergi Enrich lució una azulgrana con el escudo del club eibarrés) y guantes, y traer sus propias botas de fútbol.
Cada uno debía llegar a una hora concreta, como en las citas para acudir al médico, con el objetivo de que no se juntaran con otros compañeros, a los que vieron de lejos. Así, se llevó a la práctica el distanciamiento físico necesario para evitar la transmisión de una enfermedad muy contagiosa.
Antes de entrar en las instalaciones deportivas de Atxabalpe, había una persona de seguridad del club que tomaba la temperatura a los futbolistas con una 'pistola' (un termómetro de infrarrojos) sin tocar al deportista. Si todo iba bien y no había fiebre, el jugador entraba en el complejo deportivo e iba directo a entrenar. En caso de detectarse fiebre, al igual que cualquier otro trabajador, no puede ir a trabajar por si acaso y tiene que volver a casa para evitar hipotéticos contagios.
Dentro de Atxabalpe, los futbolistas no podían tener tampoco contacto cercano con los técnicos. En la víspera de un entrenamiento, cada jugador recibe el plan de entrenamiento individualizado, que incluye a qué hora debe presentarse, el trabajo físico a realizar, la zona donde puede ejercitarse, y el intervalo horario de tiempo en el que tiene que hacerlo.
Los entrenadores y preparadores físicos pueden controlar la sesión preparatoria, pero de lejos. Así, el preparador azulgrana, José Luis Mendilibar, siguió el entrenamiento desde la distancia y con mascarilla; igual que hizo el preparador físico, Toni Ruiz. El entrenamiento es a puerta cerrada, sin espectadores, y no pueden asistir ni los periodistas.
Cuando acaban su tarea, los deportistas se tienen que marchar sin ducharse a su domicilio y con la misma ropa con la que han entrenado. Antes de dejar el lugar, recogen una bolsa donde está la indumentaria (camiseta, pantalón, y medias o calcetines, además de la mascarilla y los guantes) que utilizarán en la siguiente sesión preparatoria. Una vez en sus casas, los jugadores tienen que seguir el protocolo sanitario, quitándose la ropa usada y guardándola en una bolsa que llevarán el siguiente día laboral a Atxabalpe, donde deberán dejarla en una cubo identificado claramente con el mensaje: ropa para desinfectar. Entonces, el personal del club se encargará de desinfectarla, posiblemente en una lavadora con jabón, desinfectante y agua caliente, a más de 60 grados de temperatura, en la que se elegirá un programa de lavado completo. Y es que a partir de 60 grados se acaba con los virus.
Rafa Soares cumplió 25 años
Rafa Soares, el futbolista portugués del Eibar, cumplió 25 años el 9 de mayo, justo cuando el equipo guipuzcoano comenzó sus entrenamientos individuales.
Debido al coronavirus, la plantilla azulgrana no pudo celebrar con el luso su cumpleaños como es habitual, en grupo y en el césped. Sus compañeros -los que coincidieron con él- sólo pudieron felicitarle a distancia.
El defensa lateral izquierdo llegó cedido el 31 de enero por el Vitoria de Guimaraes y hasta el 30 de junio de 2021 (una temporada y media).