Los futbolistas del Eibar pasan las pruebas médicas antes de entrenar
A jugadores y miembros del equipo técnico les han hecho el test del coronavirus que deben superar antes de la vuelta a la actividad, que será este sábado.
La plantilla del Eibar se sometió el miércoles en Ipurua a diversas pruebas médicas antes de empezar a entrenar, según informó el club guipuzcoano de Primera División.
Los futbolistas, y otros miembros de la entidad eibarresa, han pasado el test del coronavirus que deben superar antes de volver a la actividad, según el protocolo sanitario acordado por LaLiga (Liga de Fútbol Profesional) y el CSD (Consejo Superior de Deportes) con el visto bueno del Ministerio de Sanidad, para que el fútbol profesional se reanude después de llevar parado desde mediados de marzo por el COVID-19.
Junto con el plantel del primer equipo, han sido citados también varios jugadores del filial (CD Vitoria), el cuerpo técnico y médico, y los empleados de la entidad que vayan a tener contacto con la plantilla durante los entrenamientos de las próximas semanas. Todas estas personas, si el médico del club lo ha considerado conveniente, se han sometido al test de detección del coronavirus en esta fase 1 (previa a los entrenamientos) de la desescalada futbolística. En concreto, a los futbolistas y demás protagonistas del balompié se les ha realizado una prueba PCR y un test serológico.
Así se siguen las normas sanitarias fijadas para todos los clubes de Primera y Segunda División. Según el plan previsto por LaLiga, hay que intentar evitar los contagios en la vuelta a la actividad, que se realizará en varias fases y bajo estricto seguimiento médico.
Medidas de seguridad
Los reconocimientos médicos y pruebas del martes se realizaron en Ipurua por separado, para evitar contagios. Por este motivo, los futbolistas y los miembros del personal sanitario que se encargaron de hacer el test, debían llevar mascarilla en la cara que tapara la nariz y la boca, además de guantes. Y es que el COVID-19 es un virus que se propaga por el aire y también se puede transmitir por la piel en contacto con una superficie infectada por dicha enfermedad. Por eso es fundamental, lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, es decir seguir unas normas básicas de higiene personal.
Quienes superen la prueba del coronavirus, se podrán ejercitar al aire libre, aunque de forma separada, ya que en la fase 2 (entrenamiento individual) de la desescalada futbolística, todos los deportistas profesionales se entrenarán en solitario, hagan o no un deporte colectivo.
En caso de haber algún 'positivo' por COVID-19 en la fase 1, el deportista no podrá iniciar su trabajo físico individual hasta que en una prueba posterior dé negativo.
El sábado, entrenamientos en Atxabalpe
Los jugadores del Eibar están convocados el sábado en las instalaciones deportivas de Atxabalpe, en Mondragón, para iniciar los entrenamientos individuales previstos en el protocolo sanitario.
La entidad eibarresa ha elegido Atxabalpe en lugar de Ipurua para comenzar la preparación física, porque en Atxabalpe hay dos campos de fútbol de hierba natural, mientras que en Ipurua sólo hay uno (el anexo está en obras). Así, hay el doble de espacio para correr sobre el césped -la separación es fundamental para mantener una distancia de precaución que evite contagios-, porque al principio casi todos los ejercicios van a estar relacionados con la forma física individual.
Los inspectores de la patronal de clubes han inspeccionado a principios de esta semana los equipamientos deportivos donde se van a preparar los equipos de Primera y Segunda, y han dado el visto bueno a Atxabalpe, que dispone, además de dos terrenos de juego de fútbol, de dos vestuarios para jugadores, un tercero para los técnicos, y otro más para los médicos.
Los equipamientos deportivos de Atxabalpe fueron sometidas el martes a un exhaustivo proceso de desinfección, tanto de las superficies como del ambiente, mediante técnicas de pulverización y nebulización. El club azulgrana ha comprado varias máquinas de ozono para los trabajos de fumigación.
Diferentes fases de la desescalada
Los jugadores azulgranas, como el resto de deportistas de élite, han estado confinados en casa durante 7 semanas y media -debido al estado de alarma decretado el 14 de marzo por el gobierno central para combatir el coronavirus-, por lo que hasta ahora sólo han podido ejercitarse como han podido en sus viviendas con un plan de entrenamientos individualizado dirigido por los entrenadores y preparadores físicos.
Su estado físico es una incógnita, ya que se ejercitaron en grupo por última vez el 12 de marzo. Por este motivo, su vuelta a la actividad deberá ser escalonada. Al inicio, sólo está previsto el trabajo físico individual sin supervisión presencial de los técnicos. El objetivo es que los jugadores puedan alcanzar un estado de forma óptimo.
De víspera, recibirán (en un ordenador, teléfono móvil o tableta) la tarea física a realizar al día siguiente y el horario asignado, por lo que no coincidirán con los miembros del cuerpo técnico, quienes sólo podrán presenciar a distancia el trabajo de los jugadores que se ejerciten individualmente.
Los deportistas deberán hacer turnos, ya que en total en las instalaciones sólo debería haber 12 personas, con 6 jugadores trabajando a la vez como máximo por terreno de juego y guardando una distancia de seguridad entre ellos. La llegada de los jugadores, que se desplazarán en coches particulares, tendrá que ser escalonada, dejando un margen de 15 minutos entre ellos, para que no se crucen.
Los futbolistas deberán portar guantes y mascarilla, ir cambiados de casa con su ropa de entrenamiento y sus botas de entrenamiento, trasladarse en sus coches particulares y desde su domicilio habitual; y, tras el ejercicio, deberán ducharse cada uno en su domicilio. Estas normas son parecidas a las de los trabajadores de grandes empresas, que tampoco emplean los vestuarios e intentan hacer su labor de forma separada, con distancia física entre las personas, para prevenir que se propague la enfermedad.
En este caso, cuando terminan el entrenamiento, los jugadores recibirán una bolsa cerrada con la ropa para la sesión de trabajo del día siguiente. En la misma bolsa, ya cuando estén en su domicilio, deberán meter la ropa usada en el entrenamiento. Al día siguiente, esa bolsa con ropa usada se depositará en un cubo de las instalaciones que usa cada club y con un letrero que indique con claridad que es para desinfectar, evitando así confusiones.
A los deportistas, como a cualquier trabajador, se les han dado unas normas básicas para evitar contagiar a otras personas. Así, si tienen fiebre, congestión nasal, tos seca, dolor de garganta o de cabeza, dificultad al respirar, cansancio, diarrea o falta de olfato, deben avisar al médico (en este caso el facultativo del Eibar), quedarse en casa y aislarse de las personas con las que se conviva en el domicilio habitual.
Más pruebas médicas antes de entrenar en grupo
Tras haber completado la fase 2 (entrenamiento individual), se realizará la segunda de las pruebas serológicas (test de anticuerpos), que será de control. Los deportistas que la superen, podrán seguir adelante con su preparación prevista en el protocolo.
En la fase 3 (entrenamiento en grupo), ya se podrán hacer trabajos grupales. Se dividirá el plantel en tres grupos pequeños de 8 futbolistas cada uno y por turnos para no coincidir. La preparación y el desarrollo del entrenamiento será llevado a cabo por los técnicos, que podrán estar en el terreno de juego. Respecto al trabajo de fisioterapia, se deberá de evitar en la medida de lo posible el contacto manual con los pacientes. Deberá haber 3 fisioterapeutas (una persona por cada uno de los 3 grupos) que tendrán que trabajar todo el rato con mascarilla y guantes.
La fase 4 (entrenamiento colectivo) será una vuelta efectiva y total al trabajo de toda la plantilla a la vez para preparar el retorno a la competición, que ya sería cercano.
Concentración en hoteles
Durante las últimas fases, y luego durante la competición, los futbolistas y miembros del cuerpo técnico deberían estar concentrados en las instalaciones del club o alojados en hoteles quienes no dispongan de residencias en las ciudades deportivas. De esta forma, se intentarían evitar los contagios entre los deportistas.
Esta circunstancia ha provocado el rechazo de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), que defiende que los jugadores sigan en sus domicilios, acompañados por familiares y personas con las que conviven habitualmente, como han hecho hasta ahora. Médicos de los clubes profesionales de fútbol han explicado que esta concentración obligatoria perjudicaría la salud mental de los deportistas, quienes han pasado ya casi 8 semanas de confinamiento en sus casas, y a los que se 'condenaría' a estar otros dos meses alejados de sus familias en hoteles y habitaciones individualizadas, donde no podrían recibir visitas de sus allegados y separados incluso de sus compañeros.
Todo ello podría perjudicar su rendimiento deportivo durante la competición y agravaría el riesgo de lesiones, por la ansiedad que provocaría toda esta situación de aislamiento en los deportistas profesionales, que en el fondo son personas de 'carne y hueso'. Sobre todo teniendo en cuenta que los futbolistas deberían jugar partidos cada 72 horas, sin tiempo para descansar y 'desconectar', ni física, ni mentalmente.