Cracks del Siglo XXI: Moro, otro talento que pierde el Barça

El Barcelona ha puesto muchos esfuerzos en frenar la fuga de talentos que se estaba produciendo en La Masia durante los últimos años. Los casos de Éric García (City), Sergio Gómez (Dortmund) o Dani Olmo (fichado por el Dinamo Zagreb y ahora en el Leipzig), entre otros, encendieron todas las alarmas. Por eso se hizo un fuerte esfuerzo para renovar el curso pasado a Ansu Fati y a Ilaix Moriba. Han conseguido frenar la tendencia, aunque sigue habiendo casos.

El más doloroso en los últimos tiempos ha sido el de Raúl Moro (Abrera, Barcelona, 2002). Después de brillar en su única temporada como blaugrana, el Lazio hizo una apuesta importante por él (se habla de un traspaso de más de seis millones) y le incorporó el pasado verano. El Barça perdía así a este extremo juvenil, habilidoso y con un uno contra uno endiablado, que estaba llamado a llegar al primer equipo en el medio plazo.

Moro nunca tuvo miedo a los cambios. Comenzó jugando en el Promesas del Abrera con sólo cuatro años y, aunque despertó el interés del Barcelona y el Espanyol, se fue a jugar al Igualada, donde estuvo seis años. De ahí pasó a la Gimnástica Manresa donde brilló y, ya sí, dio el salto a un club importante: en 2017 firmó por el Espanyol. En su temporada como perico fue un quebradero de cabeza para el Barcelona, que lo incorporó en 2018.

Su año de blaugrana le sirvió para que el Lazio se fijara en él. Le firmó un contrato de tres años (el máximo permitido para un menor de 18 años), que ampliará cuando cumpla la mayoría de edad en diciembre. En el equipo italiano ha pasado directamente al Primavera, donde juegan futbolistas de hasta 20 años. No le ha pesado el hecho de enfrentarse a mayores: tres goles y una asistencia en once partidos. Pablo Amo también ha contado con él para la Sub-18. De momento, su atrevimiento para marcharse a Italia ha sido un éxito. En el Barça ya lamentan una nueva fuga de talento…