El Atlético descendió hace 20 años al infierno de Segunda
El 7 de mayo de 2000 el Atlético descendió a Segunda División tras el 2-2 ante el Oviedo. Antic estaba en el banquillo rojiblanco y Luis Aragonés en el del Oviedo. Hasselbaink falló un penalti.
El Atlético protagonizó hace 20 años uno de los episodios más tristes de su historia. El 7 de mayo de 2000 el Atlético, entrenado por Antic, descendió a Segunda División. El silencio en el estadio Carlos Tartiere de Oviedo fue sepulcral cuando finalizó el encuentro. Los 14.200 seguidores, muchos de ellos del Atlético, no daban crédito a lo que estaba sucediendo. El equipo madrileño no había ganado al Oviedo y el empate final a dos goles mandaba al Atlético a Segunda. Era la crónica de una muerte anunciada, pero el descenso se consumó en Oviedo, en la jornada 36, y delante de una leyenda del Atlético, Luis Aragonés, que entrenaba al conjunto asturiano. Hubo imágenes para la historia, con jugadores y aficionados llorando a lágrima tendida tras consumarse la tragedia.
El Atlético, además, descendió de la manera más cruel. Igualó el 2-0 con el que se puso el Oviedo por delante y Hasselbaink tuvo el 2-3 en un lanzamiento de penalti. En el minuto 84 tuvo en sus botas el triunfo pero Esteban le adivinó el disparo y evitó el tanto que hubiese dado el triunfo al Atlético. Un equipo que formó en Oviedo con un once plagado de jugadores importantes, futbolistas de primer nivel que siempre recordarán ese encuentro.
Molina; Gaspar, Ayala (Valerón, 27'), Gamarra, Capdevila; Aguilera, Bejbl (Baraja, 61'), Hugo Leal, Solari (Luque, 45'); Kiko y Hasselbaink. Esos fueron los futbolistas que jugaron ese día por el Atlético. El Oviedo marcó el 1-0 en el minuto 25 gracias a Losada. Paulo Bento, de penalti, hizo el 2-0 en el 65 y en un arreón final el Atlético igualó el partido. Capdevila hizo el 2-1 en el 72 y Hasselbaink igualó en el 77. Pero no pudo ganar y lo demás ya es historia.
El Atlético igualó en el siguiente partido ante el Sevilla en casa, en un partido donde la afición mostró de forma airosa su malestar. Y acabó el campeonato ganando en Mallorca. El club madrileño estuvo dos años en el infierno y vivió una de las grandes crisis de su historia. Le costó mucho levantarse y tuvieron que pasar muchas temporadas para volver a estar entre los grandes del fútbol español.