El Manchester City sigue dándole calabazas al Bayern por Sané
Fuentes del club inglés aseguran a AS que, antes de malvender al jugador al Bayern, prefieren que salga gratis en 2021, cuando expira su contrato.
El culebrón en torno al fichaje de Leroy Sané por el Bayern de Múnich está cerca de convertirse en una de las historias interminables del fútbol contemporáneo. La operación terminó aplazándose el verano pasado debido a la rotura parcial en el ligamento cruzado que el internacional alemán sufrió en la Community Shield frente al Liverpool, pero ya está recuperado y los bávaros vuelven a la carga. Según Sport Bild, en el Allianz Arena pretenden reducir los más de cien kilos que el City pedía por Sané hace un año a 40, aprovechándose de esta manera de la crisis del coronavirus y el contrato del extremo. Expira en 2021 y podría marcharse gratis.
Eso sí, la realidad pinta bien diferente. A pesar del ímpetu del jugador por vestir de rojiblanco y la sanción que deja al City dos años sin Europa por infringir el fairplay financiero (el caso está en el CAS), en el Etihad siguen dándole calabazas a los alemanes. La cúpula citizen no está dispuesta a desprenderse de un jugador a cambio de una cifra que interpretan como una nueva ofensa por parte del Bayern. Los constantes ataques de sus directivos contra la gestión del City y el hecho de hacer público su interés en Sané han terminado rompiendo la relación con el campeón de la Premier. Fuentes del club aseguran a AS que, antes de malvenderlo al Bayern, prefieren que salga gratis en 2021.
A todo esto hay que añadirle la importancia que recobra Sané en los planes de Guardiola. El City sigue vivo en Champions y FA Cup, competiciones que durarán previsiblemente hasta finales de agosto, y Pep cuenta con él para lo que resta de temporada. Por ende, Sané no podría salir hasta después de dicha fecha. El City no tiene prisa, sobre todo teniendo en cuenta que el coronavirus no le afecta como a otros clubes. En diciembre vendieron el diez por ciento de su capital a la empresa norteamericana Silver Lake a cambio de 500 millones de dólares. La caja está llena.