La plantilla del Athletic exige jugar la Copa con público
Los pesos pesados han dejado clara su postura y piden firmeza al club: ir a Europa es secundario. La afición también se está movilizando para aplazar la cita.
La final de Copa entre Athletic y Real Sociedad sigue trayendo cola. Desde Bilbao la afición y la plantilla presionan para que se juegue con público y la UEFA ya ha advertido de que en ese caso, el billete europeo reservado para esa cita pasaría al séptimo de la Liga. Todos los implicados se han pronunciado, hasta el presidente Elizegi mostró su preferencia por una derrota en campo lleno antes que un triunfo en uno vacío, porque "significaría que hemos ganado la batalla". Y en todo este entuerto, la Real permanece oficialmente muda, agazapada. Ha tanteado la opción de la inmediatez. Sus jugadores quieren una grada poblada, pero al club le iría mejor la opción contraria, porque a igualdad de condiciones, confía mucho en su mayor potencial de plantilla y así restaría el aliento al enemigo.
El vestuario del Athletic está presionando para retrasar la final a 2021. Lo exige. Por eso la nota poco concreta del club ayer mostrando su malestar con la UEFA no le ha satisfecho. Yuri ha sido el más reivindicativo y hasta ha pedido más firmeza a la entidad. Los demás reclaman también ir sin disimulos. Ibai Gómez remarcó que les da igual la plaza europea, lo importante es estar todos. Además, de esa forma se podría sacar la gabarra en caso de victoria. Pero podría perderse a Aduriz por el camino. "Yo prefiero jugar la final de Copa del Rey con todos, es decir, con la afición. Prefiero esa opción a jugar la Europa League", sentenció. Williams repitió algo parecido. "Me costaría imaginar una final de Copa sin público", sentenció.
Íñigo Martínez llegó a plantear públicamente un plante si no les dejan esperar a tener hinchas y Dani García exigió poder celebrarlo en los márgenes de la Ría. Raúl García citó en una entrevista a AS dos partidos en los que jugó a puerta cerrada, y no quiere repetir la experiencia: "No veo una final sin público. Me ha tocado jugar dos veces sin gente, en Turquía y en el Calderón en Champions, y es como si no fuera fútbol". Y Aduriz, al que afecta de lleno todo este follón, lo tiene claro: "En mi opinión el fútbol sin gente pierde el sentido. No me imagino jugar un partido de esas dimensiones sin gente, perdería toda la esencia". El problema con el que se encuentra Elizegi es que renunciar a Europa supone dejar de lado un mínimo de siete millones en estos tiempos de crisis. Pero asume que ir en contra de una corriente tan fuerte liderada por la plantilla y la afición sería suicida.