La temporada más emotiva de Juan Carlos Garrido
El valenciano debería estar ultimando el duelo frente al Al Ahly en las semifinales de la Champions africana. Era su tercer reencuentro de la temporada.
A estas horas, Juan Carlos Garrido (Valencia, 1969) debería estar ultimando uno de los partidos más importantes de su carrera en los banquillos. El entrenador español, a los mandos del histórico Wydad Athletic Club marroquí desde el pasado mes de febrero, habría recibido a uno de sus exequipos, el Al Ahly egipcio, en el partido de ida de las semifinales de la Champions africana. "La crisis del coronavirus me ha arrebatado la posibilidad de disfrutar de un ambiente histórico", lamenta Garrido desde su confinamiento en Casablanca.
Hasta que el fútbol africano decidió parar a causa del coronavirus, la temporada de Juan Carlos Garrido siguió un guion lleno de emociones propio de las mejores historias. Todo empezó el pasado mes de noviembre, cuando el valenciano cogió las riendas de uno de los clubes más laureados del fútbol tunecino: Étoile du Sahel. Su periplo allí tan solo duró tres meses. "Cometí el error de no informarme y me encontré un club lleno de problemas, sobre todo económicos. La situación fue desagradable desde el primer día. Los jugadores no cobraban y dejaban de entrenar como protesta", recuerda Garrido, quien, sin embargo, consiguió exprimir al equipo y alcanzar los cuartos de final de la Champions tras finalizar líder la fase de grupos.
En la primera ronda de la máxima competición continental, Etoile du Sahel quedó encuadrado en el mismo grupo que Al Ahly, el equipo al que Garrido llevó a ganar dos títulos -la Supercopa egipcia y la Copa Confederación de la CAF, equivalente a la Europa League en África- en la temporada 2014/15. "Eran favoritos, pero en la ida conseguimos ganarles 1-0. Fue bonito por inesperado y sirvió a la plantilla para darse cuenta de que todo podía cambiar. En la vuelta perdimos, pero regresar a El Cairo fue muy especial para mí. Guardo muy buenos recuerdos de mi etapa allí", rememora Garrido, a quien el futuro tenía preparada otra sorpresa.
Tan solo 10 días después de rescindir su contrato con Étoile du Sahel, a Juan Carlos Garrido se le presentó la oportunidad de regresar a Marruecos, donde ya había dirigido con gran éxito al Raja. Allí, en Casablanca, ganó una Copa y una Copa Confederación de la CAF -es el único entrenador europeo que ha conseguido ganarla en dos ocasiones-, por lo que fue "imposible" decirle 'no' al Wydad: "Es un país en el que tengo experiencia. Ya había tenido ofertas y tenía claro que, antes o después, iba a regresar. El Wydad es un gran club que siempre lucha por ganar títulos. Es el lugar en el que quiero estar". Garrido firmó y lo primero que hizo con los 'diablos rojos' fue eliminar a Étoile du Sahel, su anterior equipo, de los cuartos de final en Champions.
Hacerlo fue un alivio, porque dirigir a un histórico como el Wydad no está al alcance de cualquier. "La presión es absoluta. El Wydad es el Real Madrid o el Barcelona de Marruecos y cuando llegamos llevaban tres partidos sin ganar. La pérdida de confianza era enorme, pero conseguimos recuperar a los jugadores y arrancar con buenos resultados", recuerda Garrido, cuyo pasado, confiesa, no le ha pasado factura: "Dirigí al Raja, que es su máximo rival, pero siento el respeto de ambas aficiones. El enfrentamiento entre Raja y Wydad es, en cuanto a ambiente, uno de los partidos más atractivos del mundo. Yo he vivido derbis en Buenos Aires, en Estambul, en Sevilla... Pueden ser igual de pasionales, pero superiores no".
A estas horas, Juan Carlos Garrido debería estar ultimando uno de los partidos más importantes de su carrera en los banquillos. En su lugar cuenta las horas que quedan para volver a la normalidad. Lo hace en Casablanca y en soledad: "Me quede aquí porque creía que, si me iba a España, no iba a poder regresar con mi equipo. Estoy haciendo el sacrificio de no estar con mi familia porque valoro estar cerca de mis jugadores, entiendo que en algún momento todo va a volver a la normalidad". El valenciano desvela el 5 de mayo como fecha límite marcada por la CAF para decidir sobre el devenir de las competiciones africanas. "Ojalá en los próximos días todo evolucione positivamente. Espero recordar estos días porque sea la temporada en la que conquisté la Champions de África", sentencia.