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MUERE MICHAEL ROBINSON

Olvera llora la pérdida de Michael Robinson

Michael Robinson afirmaba sentirse gaditano, pero Olvera le ofreció algo más, "aquí encuentro paz espiritual", repetía el británico. La Peña Cadista Michael Robinson le recuerda.

Actualizado a
Olvera llora la pérdida de Michael Robinson
ALVARO RIVERODIARIO AS

El gaditano nace donde le da la gana. Eso dicen en Cádiz y no hay mejor ejemplo que Michael Robinson, que pese a su origen británico (Leicester, Reino Unido) siempre se sintió gaditano. "Alguien ha dicho que soy británico pero no es así, soy gaditano y ya es sabido, pero las malas lenguas siempre dicen eso" afirmó Robinson. Cádiz lo adoptó como hijo y en Olvera encontró su casa, "aquí encuentro paz espiritual", repetía siempre. Su compromiso con la localidad hizo que todos le guarden un cariño especial.

Robinson llegó a Olvera gracias a la Peña Cadista de Olvera Michael Robinson, y rápidamente se integró con la gente del pueblo. Paco Medina, presidente de la peña, afirma que "estuvo en Olvera unas siete veces. Cuando paseaba por las calles del pueblo saludaba a la gente como si conociera a todo el mundo. Incluso hay un pub que le puso el nombre de Robinson al gin tonic que él bebía".

Paco Medina recuerda la última vez que estuvo con Robinson, cita que considera un regalo de la vida. "Fue en octubre en Madrid, y creo que fue un regalo el estar con él desde las seis de la tarde hasta cerca de las once, y porque nos dijeron que nos fuéramos. Era una persona increíble. Habíamos hablado por WhatsApp varias veces, no me gustaba molestar su agenda, pero ese día pasé por delante de la Cadena SER y entré a preguntar por él. No tardó ni dos minutos en responder que lo esperara en el bar que estaba al lado. Allí nos dieron las once de la noche con nuestras cervezas y gin tonics. Yo le decía, 'Michael, ¿alcohol?' y él me dijo, 'el médico me ha dicho que el estrés no es bueno para el cáncer, y a mí me entra estrés si no fumo y no bebo'".

Cuando se fundó la peña, una de las socias propuso el nombre del británico, lo votaron y salió aprobado por mayoría, entonces Paco Medina se puso manos a la obra para contactar con Robinson, aunque reconoce que no tenía muchas esperanzas. "Yo tenía dudas de que este hombre viniera a un pueblo de nueve mil habitantes y, además, tampoco podíamos costearle el viaje". Pero para su sorpresa, "Robinson no puso ningún impedimento, cogió un vuelo y un AVE para estar en la peña esa tarde, durmió en un hotel y al día siguiente inauguró la Peña Cadista de Olvera Michael Robinson. Fue todo un acontecimiento en el pueblo".

El día de la inauguración, el presidente de la peña era el encargado de ayudarlo a cuidar su imagen. "Irradiaba cariño, cercanía. Yo controlaba la imagen de él el primer día que llegó a Olvera, un pueblo pequeño. La gente empezó a calentarse en la celebración y querían irse a un pub llevándose a Michel a hombros. Yo le dije que me parecía mejor que se fuese al hotel a descansar. Michael se despidió de la gente y se vino para mí diciéndome, 'eres un perfecto cabrón, pero me voy a dormir'. Me encantó aquello. Él era consciente de la imagen que representaba y que ir al pub podría implicar verse perjudicado públicamente".

Paco Medina se queda con la humanidad y la profesionalidad de Robinson. "A mí lo que más me ha llegado, además de su humanidad, es lo profesional que era para todo. Me contó que se abrumó tanto cuando lo fichó el Liverpool que se fue de la ciudad y llamó a su madre para decirle que no sabía si sería capaz de cumplir con las expectativas de la gente". También cuando trabajó en la televisión era muy exigente, afirma Medina, "quería todo milimetrado, la música, las luces… quería que todo saliera perfecto. Michael Robinson era de otra galaxia".

Tal era el compromiso de Michael Robinson con Olvera, que ya tenía planificada una jornada en la Peña Cadista para ayudar a personas que sufren la enfermedad del cáncer. "Teníamos una jornada que, si no hubiera sido por el coronavirus, ya se habría hecho. Iba a venir a Olvera a hablar del cáncer a una asociación del pueblo que se llama ALUDA para dar ánimos y empujarles a seguir luchando".

Paco Medina describe a Michael como "una persona con mucha humanidad y con su puntito de guiri, tenía un corazón que no le cabía en el pecho y siempre estaba dispuesto a todo". Y añade, "era tímido, a él le gustaba más dar que recibir".

El que ya siempre será su pueblo gaditano le rendirá homenaje una vez finalice la crisis sanitaria. "En Olvera vamos a preparar, cuando pase el COVID-19, un homenaje como él se merece y queremos contar con gente importante porque es lo menos que podemos hacer por él, porque era entrañable, cariñoso, amigo…".

"Me quedo con su sonrisa y con sus ganas de vivir", afirma Paco Medina. Todos los que han podido disfrutar de Michael Robinson, ya fuera personalmente o como profesional, seguro que tampoco olvidarán nunca su sonrisa y su ejemplar forma de enfrentarse a los golpes de la vida. DEP, Michael Robinson.