Se cumple un año del último triunfo del Rayo contra el Real Madrid
Aquel 28 de abril de 2019, los franjirrojos ganaron gracias a un gol de penalti de Embarba, pero tal y como sucedió en la temporada 96-97, terminaron bajando a Segunda. Es más, el descenso se consumó la siguiente jornada.
La última gran alegría del rayismo cumple un año. Aquel 28 de abril de 2019, el equipo franjirrojo vencía al Real Madrid (1-0), gracias a un gol de penalti de Embarba. Los vallecanos afrontaban ese partido como colistas y sólo habían sumado cinco de 18 puntos posibles desde el regreso de Paco Jémez al banquillo. La permanencia era muy difícil, pero el triunfo contra los blancos la hizo posible: estaba a seis puntos con tres jornadas por delante. Aquel día, en que también se celebraron unas Elecciones Generales, el rayismo recuperó la fe en una salvación que nunca llegó. Ironías del destino, los franjirrojos sufrieron el mismo desenlace en sus dos últimos triunfos ligueros contra el Real Madrid (1-0, en la 18-19 y 1-0, en la 96-97), el descenso.
El Rayo afrontó esa cita sin su pichichi De Tomás (él sumaba el 39% del total de los goles) por la ‘cláusula del miedo’. Sin embargo, el técnico apostó arriba por Javi Guerra, que terminó siendo objeto del penalti cometido por Vallejo. Un agarrón que González Fuertes, a instancias de Cordero Vega, revisó en el monitor. Polémicas al margen, los franjirrojos salieron con el hambre que da la necesidad. Antes del 1-0, Pozo ya había puesto en serios apuros a Courtois en dos ocasiones. Mientras que sólo Marcelo inquietó a Alberto en la primera parte.
Tras el descanso, Bale se topó con la zaga vallecana y Alberto y los locales, espoleados por un estadio a reventar, seguían pisando el área rival. Así explicó Paco, en The Coaches' Voice, dónde estuvo la clave: "Con nuestros tres centrocampistas y dos interiores, que se metían mucho por dentro y dejaban el carril a los laterales, intentamos crear superioridad en el medio para que el Madrid no tuviera el balón, puesto que ahí era muy peligroso. Había que quitárselo y hacerle correr mucho para robarlo. Así logramos la posesión y llegar por dentro".
De ese once Alberto, Tito, Mario Suárez, Pozo y Bebé continúan (Abdoulaye está cedido en el Depor) en las filas del Rayo en Segunda. También se mantiene en el banquillo Paco, autor de la mejor frase del postpartido: "Pensé que nunca ganaría al Madrid, ya me puedo morir tranquilo". El mal papel de los franjirrojos como visitantes y su fragilidad defensiva les condenaron la jornada siguiente contra el Levante (4-1). Poco duró la felicidad...