La vuelta al mundo del Espanyol en 80 días
El club perico enviaba medio millón de mascarillas a Wuhan a inicios de febrero. Hoy el socorro se ha revertido: ayudas, confinamiento, positivos en COVID-19…
En el pasillo de la Ciudad Deportiva Dani Jarque que da acceso al vestuario del Espanyol B, cerca del primer equipo, se almacenaban el pasado 3 de febrero palés con numerosas cajas de cartón que contenían el escudo del Espanyol y el cartel de "Material sanitario". Eran 500.000 mascarillas que el club perico enviaba a Wuhan, China, epicentro del coronavirus. 80 días después, la situación, la vida, ha dado un vuelco inesperado, como llevado por un bumerán.
Entonces era el gigante asiático el que se veía profundamente afectado por la COVID-19, hasta el punto de que un elemento tan imprescindible como las mascarillas se había prácticamente agotado, de ahí el gesto solidario del Espanyol. Se contaban por 15.000 los infectados alrededor del mundo, una cifra que se ha ido multiplicando exponencialmente hasta superar el millón.
Y, mientras que en China ha pasado lo peor, ahora es Europa y el resto del mundo a los que asola un mal que ya se ha declarado como pandemia, con un estado de alarma en España que, para diez integrantes de la primera plantilla del Espanyol ha sido algo más que un confinamiento, un aislamiento domiciliario, puesto que dieron positivo en COVID-19, aunque afortunadamente ya todos tienen el alta.
Parecía imposible alcanzar esta situación el 25 de enero, cuando los jugadores portaron camisetas con el lema "Ánimo, Wuhan" antes del Espanyol-Athletic. Pero también cuando, a finales de febrero coincidiendo con la despedida de la Europa League, se le preguntaba a Wu Lei precisamente por la inquietud que el coronavirus estaba generando en su país. "Estoy convencido de que podremos solucionarlo lo antes posible", se limitó a indicar. No en vano, hace mes y medio Chen Yansheng abandonó Barcelona, y ni siquiera entonces se podía intuir el actual estado de alarma.
Incluso parecían lejanas, como si no fueran con el fútbol occidental, las informaciones que apuntaban a que se aplazarían los partidos que China debía disputar a finales de marzo, en el parón por selecciones. Hoy se ha aplazado el fútbol entero y el pueblo chino, incluidos seguidores pericos en el gigante asiático, devuelve toda la solidaridad enviando a Barcelona y otros lugares material y ayuda médica. Y LaLiga, incluso el descenso, ha pasado a un segundo o tercer plano por mucho que algunos antepongan el dinero, porque lo que está en juego es la vida.