Las Palmas
Las Palmas y su agujero negro en el lateral derecho
Desde hace dos temporadas subsiste solo con Álvaro Lemos, sin jugar desde octubre, como futbolista específico en dicha posición. Curbelo, más que meritorio.
En cualquier manual de dirección deportiva, aunque sea a la hora de analizar la confección de una plantilla, dos jugadores por puesto figura entre los objetivos mínimos a conseguir. Se trata, al menos, de tener dos equipos. En Las Palmas, sin embargo, la descompensación en su nómina de futbolistas es cada día más notoria, con el lateral derecho como ejemplo palmario. Nada se ha remediado desde que hace dos años descendiera a Segunda División.
Por segunda temporada consecutiva, la UD tiene grandes carencias en el costado diestro de la zaga. Ocurre que, desde el verano de 2018, únicamente ha contado con Álvaro Lemos como jugador específico en esa posición. El resto, parches, poco más allá de testimonios ocasionales, Eric Curbelo al rescate.
En el curso 2018/19, únicamente Rubén Castro (41) jugó más partidos que el propio defensa gallego (38). Lemos fue del todo indiscutible, tanto da que fuera con Manolo Jiménez, Paco Herrera o Pepe Mel, que siempre vio con buenos ojos su facilidad para sumarse al ataque. Se imponía, en cualquier caso, un relevo de garantías en ese costado de cara al futuro más próximo. No existía entonces. En teoría era Diego Parras, pero el ‘postureo’ del club subiendo al canterano duró menos que un suspiro, pues rápidamente se tuvo que marchar cedido, jugando apenas en Copa del Rey.
Curbelo anidaba en el primer equipo desde el mercado invernal de la temporada pasada, siendo lateral derecho ocasional, cumplidor pero siempre mejor como central, su posición natural y por la que, en categorías inferiores, casi firma con el Real Madrid. Pese a llegar a la mitad, acumuló 18 partidos y 1.439 minutos sobre el césped. Sin embargo, se hacía evidente la necesidad de Las Palas de reforzar dicha posición.
“No hace falta”.
Las limitaciones ofensivas de Curbelo (26 años), derivadas de su experiencia en el centro, no fueron un obstáculo para Rocco Maiorino (director deportivo) y Toni Otero (secretario técnico) de cara a confeccionar el actual plantel de futbolistas con el que cuenta Pepe Mel. “Mel dijo que hacía falta otro lateral derecho, pero yo creo que no”, dijo en AS el propio Maiorino días antes de su no tan sorprendente marcha de Las Palmas.
Con la gestación de Maiorino y Otero y la batuta de Pepe Mel, la Unión Deportiva empezó la temporada actual solo con un lateral derecho puro, el propio Álvaro Lemos, y seis centrales específicos: Aythami Artiles, Mantovani, Mauricio Lemos, Curbelo, Álex Suárez y Deivid, este último ya emigrado al fútbol chipriota.
Ni que fuera una cuestión de karma, Álvaro Lemos se lesionó a finales de octubre. Curbelo (20 partidos este curso), parche habitual, acudió al rescate . Tampoco en el mercado de invierno se revertió la situación y Lemos, al que los servicios médicos le habían diagnosticado un mes y medio de baja, ni estaba listo ni siquiera antes de la cuarentena. Ahora ya cuenta con el alta médica.
Con Curbelo se ganó tiempo,pero cuando la competición se reanude, si se reanuda, todo incógnitas y poco más que especulaciones en este momento, el problema de Las Palmas con el lateral derecho será el mismo. Un agujero negro que no mengua su tamaño. Al contrario.