Serge Leuko: "Para un niño como yo, llegar a vivir del fútbol fue algo extraordinario"
La oportunidad se le presentó a través de la Fundación Samuel Eto´o, de la que reconoce que "fue algo extraordinario y muy dificil, más que si te tocase la lotería".
A menudo el fútbol nos impide ver las persona que hay en cada futbolista. Especialmente en aquellos a los que el brillo del fútbol de élite hace que el aficionado no conozca en su parte más íntima. Ese es el caso de Serge Leuko, lateral derecho del CD Lugo que, asentado ya en el fútbol español, tiene una historia previa que ha dejado ver en una entrevista a la web del club albivermello. En ella, Leuko señala que "para un niño como yo, que salía de la nada, tener la oportunidad de salir de allí y ganarme la vida con el fútbol es un sueño", apuntando además que "en mi país, Camerún, es lo que hacen todos los niños del país: jugar con un balón si lo tienen y soñar con una vida mejor".
El Serge Leuko niño tuvo una oporunidad y no la desaprovechó. Se le presentó a través de la Fundación Samuel Eto´o, de la que reconoce que "fue algo extraordinario y muy dificil, más que si te tocase la lotería". A través de la fundación creada por el crack camerunés, Leuko salió de su país y llegó a España, proceso en el que el lateral asegura que "crecí como futbolista y como persona en todos los lugares por donde pase: Mallorca, Menorca, Valencia y ahora Lugo". Cuando ya se ha convertido en una realidad el sueño de infancia, Leuko quiere aprovechar para "devolver todo lo que recibí en su momento. Tengo muchos proyectos e ideas que quiero llevar a cabo en mi país, quiero dar oportunidades como las que me dierno a mi".
A Leuko le llegó la internacionalidad ya en el CD Lugo, convirtiéndose así en el primer futbolista que se convierte en internacional con la camiseta albivermella (otro jugador africano, Iván Zarandona, fue el primer jugador internacional del Lugo, pero en su caso la internacionalidad ya le había llegado con anterioridad a militar en el Lugo). Acerca de esto, Leuko afirma que "el día que vi a mis padres en las gradas del Estadio de Yaoundé viéndome defender los colores de mi país, su cara de felicidad no se me borrará nunca", apuntando que "para una familia humilde como la mía, aquello era casi una utopía". Un jugador, Leuko, que ha sabido crecer sin perder la perspectiva ni dentro ni fuera del campo.