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LA CRISIS DEL CORONAVIRUS | TELEVISIÓN

La tele de pago también sufre junto al fútbol

Los operadores soportan las bajas de abonados y la reducción de tarifas por el parón con un efecto directo en los clubes. LaLiga perdería 549M de TV si no se juega más este curso.

Los clubes han logrado crecer y sanearse gracias al dinero de la televisión.
FERNANDO ZUERASDIARIO AS

A LaLiga le llueven las amenazas por todos lados. Los efectos del coronavirus ya le han obligado a parar la competición sine die, han empujado a Barcelona, Atlético, Espanyol, Alavés y varios clubes de Segunda a ejecutar un ERTE y al resto de las entidades profesionales a realizar recortes en sus plantillas. Pero hay más. La televisión también tiene a los presidentes en vilo.

Según fuentes consultadas por AS, si no se reiniciara la competición, los clubes perderían 549 millones de los 1.915 que tenían previsto facturar esta temporada por la partida audiovisual (57% por los derechos nacionales y el 43% por los internacionales). Ya han cobrado el 90% del curso, siendo el tercero de los cuatro pagos por adelantado, pero un 10% está en el alambre y tendrían que devolver otro 18% (28% en total) si no se reinicia la competición. El hecho de que los operadores estén sufriendo una fuga de abonados o la solicitud de rebajas en los paquetes contratados no ayuda a la tranquilidad y condiciona el futuro.

El golpe es duro. LaLiga estaba en plena lucha por recortar diferencias con la Premier en la disputa de la tarta televisiva. Sky suma entre Reino Unido e Irlanda 13 millones de abonados, mientras que en España había en enero 6,8 con una subida del 2,1% en la tasa interanual. Se sitúa en ingresos por encima de la televisión pública, con un 90% de satisfacción de los usuarios a la televisión de pago y en la intención de renovar los contratos, según varios estudios.

Sin embargo, toca replantear la estrategia: el objetivo es perder los menos fieles posibles y mantener la penetración del 53,8% existente de la tele de pago según el EGM, el doble que en 2015. Para intentarlo, LaLiga y Mediapro, con los derechos del fútbol hasta 2022, tendrán un problema añadido: los bares y los restaurantes, que son el epicentro de la sangría.

Ambos socios trabajaban desde hace tiempo en un plan de dos años para recuperar los abonados en estos establecimientos, pero no sólo cada vez hay menos (180.000, 200.000 en 2010), sino que además muchos están pidiendo ahora la baja (no hay datos oficiales) al tener que cerrar por el Estado de Alarma sin saber cuándo se podrán dar otra vez de alta. Los abonados en los bares han caído en los últimos 15 años de los 85.000 a los 50.000. Y aún así, aportan unos 100 millones de euros a los clubes españoles, por los 600 de la Premier. El plan era poner 250 euros de tope a las tarifas y modularlas según la superficie del local y la facturación. A todo ello hay que sumar el pirateo; un delito que, según LaLiga, cuesta a los clubes 400 millones de euros al año.

Opiniones.

Movistar y Orange, que tienen todo el fútbol, están siendo los más afectados con unas bajas que han beneficiado a compañías que no ofrecen deporte en su menú. Los servicios de atención al cliente no dan abasto. Los operadores no ofrecen datos, pero sí su visión. "De momento con los partners como LaLiga estamos trabajando en ofrecer contenidos, como la parte de eSports o de contenido histórico, y en ver escenarios para el regreso de la competición", cuentan desde Telefónica. Y añaden: "Las competiciones están aplazadas, no canceladas. Lo único que ha pasado es que se están desplazando un poco. Nosotros no estamos en el escenario de que no se vuelva a reanudar la competición. Estamos a la expectativa. Se reanudarán y se emitirán".

DAZN, que vive del directo, lo analiza así: "Ofrecemos un servicio flexible al cliente: pueden pausar o cancelar su suscripción cuando quieran. Mientras tanto estamos centrando nuestros esfuerzos en continuar ofreciendo contenido nuevo y de calidad. DAZN está respaldada por accionistas comprometidos con el proyecto a largo plazo, aunque evidentemente no podemos negar que el impacto del COVID-19 en la industria del deporte y en el mundo en general no tiene precedentes. El escenario actual está lleno de incertidumbre y preferimos no especular con lo que podría pasar". Orange pide calma: "Las competiciones han sido aplazadas por LaLiga y UEFA. Una vez seamos informados lo trasladaremos". Los clientes, como en otros canales, pueden darse de baja sin que afecte al resto del producto contratado.

Gol resume el espíritu general: "Nos hemos adaptado al confinamiento. El resultado en antena no es comparable al de meses con competiciones activas, pero nuestro objetivo era mantener el canal operativo para ofrecer a los espectadores aficionados a los deportes una alternativa deportiva de entretenimiento. El canal sigue siendo atractivo 24/7 en abierto". Y desde Mediaset España (mitele PLUS) también responden. "Se dejó de cobrar la cuota por contenido de fútbol desde que cesaron los partidos. Siendo el fútbol un gran driver del desarrollo de mitele PLUS, la plataforma era de por sí una inversión necesaria y oportuna en nuestro negocio audiovisual para la evolución en este y otros contenidos".

FACUA-Consumidores en Acción advertía el lunes a través de su portavoz Rubén Sánchez que la suspensión del fútbol podría conllevar devoluciones para los usuarios al no poder disfrutar de un contenido que han contratado. "Si un paquete tenía un precio más alto por el fútbol, el usuario podría reclamar la devolución de la diferencia. Habría que comparar ese paquete con otro que tenga los mismos canales con la excepción del fútbol", especificó. FACUA considera que en esta situación serían aplicables los artículos 1256 y 1258 del Código Civil y que la situación entra dentro de un supuesto contemplado en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, Real Decreto Legislativo 1/2007.

Intrahistoria: Telefónica y Orange, pendientes de la fuga

Telefónica, según El País, perdió en los veinte primeros días de marzo más de 18.000 líneas móviles y 25.000 usuarios de banda ancha y fijo. Orange, 40.100 y 7.300 respectivamente. Y eso que el Gobierno prohibió cambiar de compañía durante esta crisis por el desplome de las portabilidades y las amenazas de demandas en el sector.

Vodafone, por el contrario, no se ha visto perjudicada, ya que desde hace 20 meses no incluye Liga ni Champions (tenían 40.0000 fieles al fútbol de los 1,3 millones de abonados) al volcarse en el cine y las series y, aun así, ha crecido en 35.000 abonados.

Movistar ha tenido el colchón de la amplia programación que le avala: "Hemos llenado de otros contenidos esos espacios. Nosotros no estamos en el escenario de que no se vuelva a reanudar la competición. Estamos a la expectativa, dando mientras tanto más contenidos, cosas especiales de deporte, ficción, regalando gigas, para ayudar a la gente a sobrellevar este momento excepcional. Los que son clientes de deporte lo son también de otras cosas. Aquí normalmente los que son clientes de deporte tienen contratado un paquete entero que incluye otros contenidos y servicios. Y una cosa es clara. Aquí no hay permanencia y uno puede situarse en el paquete que quiera. Darse de baja sería darse de baja de todo", argumentan.