Cota: "Cunningham me decía que yo habría sido internacional con Cruyff de entrenador"
Es el gran capitán. Vivió cuatro ascensos a Primera, pero apenas pudo saborear la UEFA por una grave lesión. Hoy protagoniza las 'Historias de la Franja'. Un serial donde desempolva sus recuerdos para la web del club.
Jesús Diego Cota es el gran capitán del Rayo. El vallecano, de 52 años, jugó como lateral derecho y tiene en su haber unos registros y vivencias al alcance de muy pocos. Cota ha ascendido cuatro veces a Primera (1988-89, 91-92, 94-95 y 98-99) y una a Segunda (84-85). El defensa, además, pudo cumplir su sueño de jugar la UEFA (00-01) hasta que una grave lesión se lo truncó. Hoy es el protagonista de estas 'Historias de la Franja'. Un serial en el que grandes figuras desempolvan sus recuerdos en la web del club.
"El Rayo lo ha significado todo para mí. Me hice como persona, como futbolista... Aquí lo he aprendido todo. Ésta ha sido mi universidad", confesó Cota, quien recuerda con cariño a uno de los compañeros que más le marcó: "El fallecido Laurie Cunningham. Era un veterano, había estado en el Real Madrid y tuve mucha afinidad con él. Me animaba mucho. Recuerdo que me decía: 'Cotita si no tuvieras este entrenador sino a Johan Cruyff serías internacional'. Era un hombre elegante, trabajador... un atleta. De él aprendí muchas cosas y también de otros compañeros que no han tenido mucho nombre. Ellos me transmitieron la constancia y la actitud".
También lo tuvo claro para escoger un momento histórico. "Siempre dije que jugaría la UEFA con el Rayo y lo hice, pero lo pagué con un precio muy alto. Pese a todo, no lo cambiaría por nada. Me hubiese gustado disfrutarlo dentro del terreno de juego, aunque también fui a bastantes viajes como un aficionado más. Ver al equipo de mi barrio en UEFA ha sido una de las cosas más importantes que me han pasado en la vida". Palabra de capitán.
Cota sufrió una fractura de tibia en el debut europeo del Rayo. Esa cita para la que el vallecano llevaba preparándose toda la vida. La lesión llegó en un choque fortuito con un jugador del Costel.lació andorrano en la fase previa de la competición y le impidió vivir dentro del terreno de juego una página histórica que terminó frente al Alavés en cuartos. A pesar de este revés, el capitán siempre podrá decir que vivió la UEFA. Esa por la que nadie daba un duro y él pagó con su propia piel.