Las Palmas
Las Palmas y la esterilidad de la posesión de balón
Tuvo la pelota más que nadie, dio más pases que cualquier equipo y su porcentaje en campo contrario es el mejor, pero se hundió en la clasificación.
Pocos deportes, probablemente ninguno, generan más debates que el fútbol, que por el algo es el rey. En tiempos de posesión o juego directo, jugar bien o jugar mal llega a ser un eterno debate. Tantas maneras y un único fin cuyos medios están más de justificados. Cuestión de gustos y entrenadores. En Las Palmas está tan clara la decisión como malos son los resultados.
En momentos como estos, donde todo se interpreta, las estadísticas señalan el camino. En el caso de Las Palmas, estas indican la esterilidad de sus buenos porcentajes de posesión (57,21%, más que nadie en Segunda), y la inutilidad de ser el equipo que más pases bueno da, 5.875, en campo rival. Sin velocidad no hay paraíso. “El supuesto tiki taka en horizontal no me vale para nada”, insiste Pep Guardiola, icono contemporáneo del juego de posición y posición. Y es ahí donde precisamente peca la UD.
En la racha de 11 partidos sin ganar que acumula el equipo de Pepe Mel hay un denominador común en los sucesivos tropiezos. La lentitud en la circulación de balón, especialmente en campo contrario, permitió que los rivales del equipo amarillo apenas pasaran apuros en defensa, de tan cómodos como se encontraban resguardando su portería. Las ocasiones generadas por Las Palmas, pequeños oasis inconexos. De ahí que apenas le sacara partido a ser el conjunto que más tocaba el cuero en campo ajeno. La baja de Viera hizo estragos, así como los sucesivos problemas físicos de dotados en la materia como Ruiz de Galarreta. En Segunda División, la tendencia es otra.
Ocurre que las estadísticas no engañan. Y estas, siempre imperturbables, recogen que la Unión Deportiva debe girar el timón en caso de que LaLiga se reanude. Las Palmas, hasta que la competición se paró por culpa de los coronavirus, era el equipo que más pases daba (14.030) y el segundo que mejores los entregaba (11.089), apenas superado por el Zaragoza (11.089). El mejor amarillo en dicha estadística es Aythami Artiles, central, con 1276. Y es ahí donde se genera el debate de la posesión amarilla.
El Zaragoza, segundo, permanece como la excepción que confirma la regla. Por su parte, el Cádiz ha sido el primero durante casi toda la temporada y, hasta el parón, era el segundo equipo que menos pases daba (9.978) y tenía además la peor posesión (42,79%). Sin embargo, maximiza como nadie sus ocasiones de gol. Más claro, imposible.