"Tenemos que mandar el peso a Bordalás todas las mañanas"
El portero habla del nivel de exigencia del técnico, de cómo pasa este confinamiento y de sus planes de futuro.
Con veintisiete años recién cumplidos, David Soria está en uno de sus mejores momentos. Este parón se lleva como se puede y el tiempo se pasa de la mejor manera: "Lo gestiono entrenando, jugando con mi hija, con la familia, matando el tiempo con la Play… Físicamente tiene que afectar porque el trabajo de casa no se parece al del campo. Psicológicamente puede venir hasta bien, porque lo cogeremos con más ganas y energía. Valoraremos todo lo que hemos perdido este tiempo". En ese sentido, el madrileño reconoce que la mentalidad ha cambiado en esta situación: "Se deja todo a un lado, lo que importa es la familia y la salud. Lo demás todo es secundario".
La afición teme que este verano pueda haber una pequeña fuga de talentos después del gran año que estaban realizando. Soria lo tiene claro: "Mi cabeza está aquí. Estoy muy contento, el equipo es una familia y competimos como animales. No se puede pedir más". Respecto a los deberes que ha mandado Bordalás sonríe antes de explicarlo: "Es muy exigente y tenemos nuestro trabajo físico. Él le ha dado su toque de magia y le tenemos que mandar el peso todas las mañanas. Es algo fundamental para llegar a un nivel óptimo y estar preparados. Nos harán falta dos semanas de entrenamiento en el campo para coger la chispa necesaria".
Retrocediendo en el tiempo, el portero habla de sus mejores compañeros dentro de un vestuario: "En el Sevilla hice una gran amistad con Sarabia y con otros muchos compañeros, por ejemplo Carrizo. Aquí en el Getafe no podría decir uno, tendría que mencionarlos a todos: Mata, Molina, Portillo… No puedo elegir a uno". También habla de sus ídolos de infancia y de sus referentes bajo los palos: "Me formé en la cantera del Real Madrid y mi ídolo siempre fue Iker Casillas. Me he fijado siempre en los mejores. Antes por ejemplo en Víctor Valdés que también me gustaba mucho y ahora en Courtois y Oblak. Siempre hay que fijarse en los mejores para aprender".
Finalmente Soria acaba hablando de la marea azul y el apoyo que presta al equipo: "La afición está con nosotros al cien por cien. Hay una comunión total entre grada y equipo y eso se nota. Están en las buenas y en las malas y creo que si se termina la temporada acabará en grande". Y de ese sueño de todo futbolista que es jugar en la selección: "Hay que trabajar mucho y tener suerte de entrar en los planes del seleccionador. Hay grandísimos porteros, la competencia es muy grande y sé que es complicado ir".