Peligra el Trofeo Bernabéu
La crisis del coronavirus complica que se pueda disputar. Sería el segundo año consecutivo, porque el año pasado se canceló por las obras.
Por dimes o diretes, el caso es que el Trofeo Bernabéu corre serio riesgo de acabar formando parte del recuerdo. De hecho, por primera vez desde que se creó en 1979, en memoria del legendario presidente del club fallecido un año antes, no se celebrará durante dos años seguidos. En 2020 es lógico asumir que no podrá jugarse dado que con la suspensión de las competiciones obligada por la grave crisis del coronavirus no hay fechas, tampoco en agosto, para buscarle un hueco en el apretado calendario.
El problema es que tampoco se disputó en 2019, cuando el club aludió al inicio de las obras del estadio para que no se jugase. Ahí se apreció poca voluntad por mantenerlo, dado que en agosto del año pasado las obras sólo afectaban en realidad al centro comercial de la Esquina del Bernabéu y como se apreció en el primer partido de Liga ante el Valladolid, los accesos al recinto estaban prácticamente todos operativos. Es más, el pasado domingo estaba previsto que se jugase el Classic Match con los equipos de Leyendas de Real Madrid y Oporto (12:00h.) y es evidente que ahora las obras están mucho más avanzadas que hace siete meses...
En cualquier caso, la realidad es que la entidad deberá decidir a partir de 2021 qué hacer con el Trofeo Bernabéu, que ya dejó de celebrarse en 2014 al jugar el equipo de Ancelotti las dos Supercopas (la de Europa y la de España). Y eso que su origen fue esplendoroso. Cuando se creó en 1979 contó con la participación de Bayern Múnich, Milán y Ajax, un cartel digno de una Final Four de la Champions.
Luego se fue deteriorando en virtud del nivel de los rivales que se iban invitando (una selección de la MLS, Portuguesa de Brasil, Galatasaray y Rosenborg). También es cierto que en las últimas ediciones el club tuvo la brillante idea de ir invitando a los rivales de las primeras Copas de Europa en el 60 aniversario de aquellas gloriosas finales. Por eso en 2016 vino el Stade de Reims (5-3), luego la Fiorentina (2-1) y, por último, el 11 de agosto de 2018, el Milán (3-1), en la última edición disputada, con goles de Benzema, Bale y Mayoral.
Este año hubiese sido una edición perfecta (la 40ª), dado que se hubiese conmemorado ante el Eintracht de Francfort alemán la irrepetible final de Glasgow del año 1960, con aquel 7-3 en la considerada como mejor final de todos los tiempos.
Otra idea que se maneja en el seno de a entidad es recuperar el trofeo una vez que se inaugure el estadio con la nueva cubierta. Pero con el COVID-19 imposible poner fecha...