La afición rayista, un ejemplo de solidaridad que viene de lejos
Las peñas recaudaron 40.000€ para colectivos de Vallecas afectados por el coronavirus, pero no es la primera vez que se movilizan. Lo hicieron con impagos, desahucios...
La afición de la Franja es solidaria y, una vez más, lo ha demostrado con hechos. El rayismo, consciente de las necesidades de los Hospitales de Vallecas frente a esta epidemia de coronavirus, decidió movilizarse y habilitar una Fila 0 para adquirir el material sanitario necesario para el Infanta Leonor y el Vírgen de la Torre. Las donaciones ascendieron hasta los 40.004,66€ y con esos fondos también se podrá ayudar a otros sectores afectados por esta crisis como centros de acogida y las personas sin hogar que pasan estos días en IFEMA.
La Plataforma ADRV ha sido el motor de una idea secundada por aficionados rayistas y vallecanos anónimos, así como por las plantillas masculina y femenina del Rayo y la Asociación de Veteranos. Su mensaje de aliento no queda ahí. También lo ha plasmado en un vídeo. Un homenaje de Vallecas a todos los héroes anónimos que luchan contra el COVID-19. Rostros conocidos recitan una poesía en la que recorremos los rincones del barrio, vacíos, sin alegría, esperando que vuelva a salir el sol tras esta terrible tormenta.
Ya no hay niños en los parques, el silencio gobierna El Bulevar, las sillas se quedaron sin tertulias de portal.
El césped del Tío Pío lleva tiempo sin pisar, hace días que no escucho a ese viejo hablar, que los abuelos ya no bajan a comprar.
Mi familia, mis amigos, mueren solos y no les puedo ni velar, toca llorarles en soledad.
Sólo se escucha a los enfermeros gritar, ¡ayuda para la Sanidad!
Sólo quiero tener cerca a los míos, poder salir a la calle todos los días, que mi abuela vaya a por el pan.
Por los besos y los abrazos. Una sonrisa para despertar, una mirada que rebobinar.
Cuando el tiempo es pasado y el presente ya no está. Y Vallecas, ¡Pronto volveremos a disfrutar!
De los goles del Rayito a la Batalla Naval. Del bocata de entresijos a los gitanos cantar. De la estatua de la Abuela, que no dejó de rockear.
Ya sufrimos atentados y los desahucios hicimos parar. Este barrio como siempre se volverá a levantar y unidos, ¡lo vamos a frenar!
Resonarán las calles, la pelota y los columpios y la Albufera, a rebosar. Atardeceres en las Tetas, la Estanquera de Vallekas no será un recuerdo más.
Volver a los pantanos y ríos a veranear, cervezas en los bares, salir a pasear.
Se habrá parado el tiempo, todo será un mal sueño y saldremos a celebrarlo, ¡como buenos Bukaneros!
Como de Segunda, ¡Vamos a salir! Y si alguien se lleva mi alma, que sea el Santa Inés.
Porque el día que yo muera, quiero ver mi cajón, pintado franjirrojo, como mi corazón.
Valentía, coraje y nobleza. Ahora nos toca apoyar. Vallekas no tiene miedo. Vallekas es solidaridad.
Rimas y estrofas que entonan futbolistas como Ali, Luna, Trejo, Ángeles, Montiel y Alberto; ex de la Franja como Cota, Antonio e Iván Amaya, Yuma y Natalia; un icono del rayismo como Míchel; periodistas como Quique Peinado, Carlos Sánchez Blas y Antonio Luquero; cantantes como Pulpul (Ska-P), Juankar (Boikot), Kake (Caskarrabias), TaylorChris (Afrojuice) y Fortu (Obús); el historiador Juan Jiménez Mancha; el mítico utillero Isi; actores como Víctor Sevilla y Vicente Gil; así como decenas de aficionados y peñistas conocidos y queridos en el barrio. Sin olvidar a unas de las grandes protagonistas, las enfermeras del Infanta Leonor.
Siempre al pie del cañón
Históricamente esta afición siempre ha echado una mano en la adversidad. Los impagos amenazaron con la liquidación del Rayo durante la última época de los Ruiz Mateos, allá por 2011, lo que supuso la venta del club y el posterior Concurso de Acreedores. Una etapa en la que los empleados de la entidad, algunos matrimonios enteros, no cobraban y se veían inmersos en una situación desesperada. De ahí que los rayistas crearan una Fila 0 para ayudar a esos trabajadores en apuros.
También se volcaron con la habilitada por el Rayo en 2014 para Carmen Martínez Ayuso, una vecina de Vallecas que por entonces tenía 85 años e iba a ser desahuciada, y a quien el técnico Paco Jémez estuvo ayudando a pagar su piso durante varios años. Parte de aquella recaudación (la mitad, alrededor de 10.000 euros) se destinó, un año después, para tratar de cumplir el último deseo de Wilfred, trayendo a sus hijos desde Nigeria. El guardameta falleció sin que se pudiera materializar el reencuentro, pero ellos pudieron venir a dar el último adiós a su padre.
Sus causan no se quedan ahí. Desde 1997 se han organizado ininterrumpidamente las Jornadas contra el Racismo, con charlas, partidos y pancartas para tratar de concienciar a la sociedad y terminar así con esa lacra. Símbolo precisamente de esta lucha fue Wilfred, uno de los jugadores más queridos y representativos de la Franja. También su afición peleó para que diera nombre a un Polideportivo del barrio y lo consiguió. Eso, al margen de tener su puerta y mosaico en el estadio de Vallecas, el que fuera su hogar.
Dos pilares importantes para la hinchada son la convivencia y la transmisión de valores, motor de otras actividades como la Carrera y los Días del Rayismo, donde se programaban diferentes actividades para conocer mejor el barrio y el club. Además, es habitual ver que, desde el fondo de Bukaneros, se desplegan tifos contra la violencia de género, los desahucios... aplaudidos y apoyados por todo el campo. Por lo que se puede concluir que ésta es una afición combativa y solidaria. Sin duda, una afición diferente.