La fuga de Sisto complica su futuro en el Celta
El club vigués ya lo quiso vender el pasado verano. El extremo lo tendrá difícil para incorporarse a los entrenamientos si se reinicia LaLiga.
Cuando sus compañeros de vestuario se refieren a Pione Sisto siempre aseguran que prefieren no entrar en detalles. Se limitan a confirmar que es una persona diferente y que la lista de locuras que ha protagonizado desde que fichó por el Celta en el verano de 2016 es interminable. Pese a que pocas actitudes del danés ya les sorprenden, la fuga a su país en plena crisis mundial del Covid-19 ha dejado al resto de jugadores y a los directivos del club celeste con la boca abierta.
El atacante de origen sudsudanés ya se encuentra en Dinamarca junto a sus padres después de haber recorrido en coche los cerca de 3.000 kilómetros que separan Vigo del país nórdico. Un trayecto de 27 horas y en el que tuvo que pasar por cinco fronteras (España-Francia-Bélgica-Países Bajos-Alemania-Dinamarca).
Sisto se echó a la carretera junto a su hermana Katharina y el Celta se enteró de que el delantero había roto su confinamiento cuando ya había puesto tierra de por medio con la ciudad olívica.
A corto y a largo plazo el futuro del jugador de 25 años en la entidad céltica queda en el aire. Lo único seguro es que recibirá una fuerte multa económica que en A Sede quieren resolver de manera interna.
Al haber abandonado España, Sisto no lo tendrá nada fácil para regresar si en algún momento se reinicia LaLiga y el equipo vuelve a los entrenamientos.
Además, este acto de indisciplina refuerza la intención del club de buscarle una salida en el próximo mercado. Ya lo intentó el pasado verano, pero Sisto rechazó entre otras propuestas una del Aston Villa inglés.
Con contrato hasta el 30 de junio de 2021, a los dirigentes del Celta hace tiempo que se les agotó la paciencia con Sisto, un futbolista de innegable talento, pero que ha acaparado titulares por alimentarse solo a base de fruta durante 21 días o por intentar expulsar toda la mucosa de su organismo.