Un año de la charla que le cambió la vida a Fede Valverde: "No estás a prueba"

Del mismo modo que en su primera etapa, Zidane se sacó de la manga un jugador que resultó ser el pilar de sus tres Champions (Casemiro, jugador que volvió al Madrid avalado por Benítez), en esta segunda etapa ha hecho lo mismo con Fede Valverde (21 años). Se podría decir que el uruguayo ha sido su Casemiro 2.0. Hace justo un año, cuando el francés regresó en marzo al club blanco con once partidos de la pasada temporada aún por jugarse, comenzó a apostar por un Valverde que siempre le había llenado el ojo. En sus dos primeros partidos (Celta y Huesca) ya le dio minutos (28’) y, después de no convocarle contra el Valencia, se abrazó a él para no soltarle: jugó cinco partidos de ocho y todos ellos como titular. Vio que tenía entre sus manos a un Pogba (su anhelo) en potencia: interior potente, de gran zancada, que liberaba a Casemiro y con llegada al área.

Por eso, Zidane quiso tranquilizar al jugador en medio de las noticias que aseguraban que el técnico utilizaría esos once partidos de Liga que tenía por delante para hacer un cásting de cara a esta temporada. Una conversación, que tuvo lugar hace más o menos un año, que le cambió la vida a Valverde. “Tú no estás a prueba. Me gusta el jugador que eres”, le dijo el francés, que le animó a quitarse los grilletes que pone la autoexigencia y el rigor del Bernabéu: “Disfruta, diviértete y demuestra tu potencial”. Aquella charla inoculó confianza a un uruguayo que despegó. No puede decir Zidane que Valverde no siguiera al pie de la letra sus indicaciones.

Acabó la pasada temporada ofreciendo una imagen notable, de jugador muy aprovechable para este Real Madrid. Sin embargo, esta campaña se ha destapado como un futbolista extraordinario, imprescindible. Es, junto a Casemiro, el sostén del equipo. La estadística no deja lugar a dudas. El Madrid sólo perdió dos partidos de los 23 (el 8%) en los que Valverde fue titular y cayó derrotado en cuatro de los 16 (el 25%) en los que no estuvo en el once, el último ante el Betis, antes del parón por la crisis del coronavirus. Además, con él en el campo, el equipo marca 2,21 goles por partido y encaja 0,73. Sin él, marca una media de 1,31 y encaja 1,37…

Más allá de los números, siempre fríos, el uruguayo ha dejado actuaciones e imágenes para el recuerdo. La final de la Supercopa de España, contra el Atlético le encumbró. Pegado a la banda derecha por mandato táctico de Zidane, fue el mejor del Madrid en la primera media hora, donde hizo saltar por los aires a Lodi. Estuvo a punto de marcar en el minuto 67 y se ‘sacrificó’ al zancadillear en el 118’ a Morata para evitar el gol del Atlético, acción que le valió la expulsión y al Madrid, el título puesto que el partido (0-0) se fue a los penaltis y ahí los madridistas derrotaron a los de Simeone. Valverde fue nombrado mejor jugador de aquella final y el madridismo le sacó en andas. Un escenario que, pese a sus incuestionables condiciones, muy pocos se imaginaban hace un año…