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ATLÉTICO DE MADRID

Todo o nada en dos partidos

El Atlético tiene en juego los puestos de Champions y cuando regrese LaLiga disputará dos jornadas consecutivas fuera de casa, ante Athletic y Osasuna.

Simeone da instrucciones durante el partido contra el Liverpool.
CRAIG GALLOWAY/Pro Sports Imag/A

El Atlético, una vez que se reinicie la competición liguera, tiene once finales por delante. Y está en juego un puesto en la Champions, lo que supone que el club rojiblanco pueda mantener su actual status económico. No lo tendrá fácil.

Primero porque ahora hay varios equipos metidos en la lucha por quedar entre los cuatro primeros y también por el calendario. Un vistazo a los encuentros que debe jugar el Atlético señala que los de Simeone jugarán cinco en su estadio y seis a domicilio, donde el equipo madrileño suele bajar bastante su rendimiento. No obstante, habrá que ver si se juega a puerta cerrada lo que resta de competición liguera. Pero fuera de casa el Atlético no se ha sentido tan seguro como dentro de su estadio. Los dos primeros partidos que tiene que jugar el equipo rojiblanco cuando se inicie el torneo liguero serán ante Athletic y Osasuna.

Hay otro dato importante y que seguro que no ha pasado inadvertido para Simeone y su equipo. De los once encuentros hay dos ante rivales directos en la lucha por meterse en Champions. Y, además, se juega en las dos últimas jornadas ligueras. El Atlético se enfrentará a Getafe y Real Sociedad cerrando el campeonato. Será un todo o nada ante conjuntos ahora mismo que buscan acabar entre los cuatro primeros. En la primera vuelta el Atlético ganó a Getafe, en el Wanda Metropolitano, pero perdió ante la Real Sociedad, en San Sebastián. De los equipos de arriba, además, tendrá que medirse al Barcelona, en la lucha por llevarse el campeonato liguero con el Real Madrid.

El Atlético, además, tendrá que medirse a conjuntos que sí pueden estar jugándose mucho por el descenso. Valladolid, Levante, Alavés, Mallorca, Celta... Para el Atlético en muchas ocasiones estos partido son más complicados que los partidos ante los equipos de la parte alta de la clasificación. Hay que recordar, por ejemplo, lo que sucedió con el Atlético ante el Espanyol. El equipo madrileño sólo pudo sacar un punto ante un rival que se la jugaba.