Un dilema que define el futuro
Desde los despachos del Espanyol, conviene que se complete LaLiga por ingresos. Pero la plantilla siente que no competirá en igualdad tras el coronavirus.
Entre coronavirus y grandilocuentes declaraciones de los presuntos líderes futbolísticos del país, la realidad es que se desconoce naturalmente si se podrá reanudar la competición y cuándo sucederá. Un mar de dudas que atrapa incluso al Espanyol, en cuyo seno existe también cierta dicotomía sobre qué desenlace sería el más conveniente.
Por un lado se encuentran los despachos, donde no tienen duda de que, desde un punto de vista financiero, lo que satisfaría es que se pudiera completar LaLiga, ya que de ello dependen entre un 25 y un 30 por ciento de los ingresos anuales ya presupuestados. También por clasificación, ya que la permanencia o el descenso se dilucidaría cómo debe ser: en los terrenos de juego. Pero ahí es donde esta postura no coincide exactamente con la visión que se desprende de la plantilla, que se siente mermada en las circunstancias actuales para tener que afrontar 11 jornadas determinantes para el futuro del club.
Desde el punto de vista meramente deportivo, y después de sufrir seis positivos confirmados en COVID-19 (se hicieron tests solo entre quienes presentaban síntomas, por lo que podría incluso darse alguno más), difícilmente podría el Espanyol competir en igualdad de condiciones con la mayoría de rivales, que no han sufrido un contratiempo similar (salvo Valencia y Alavés), ya que no solo es el tiempo de convalecencia, sino la posterior cuarentena y, a partir de ahí, tener que retomar los entrenamientos prácticamente desde cero. Solo el tiempo descubrirá cuál es la solución más razonable o, en su defecto, cuál se toma.