Javi Moyano: “Haber llegado a Primera lo contemplo como una recompensa al trabajo de toda mi vida”
El capitán del Real Valladolid repasa la actualidad y muestra en AS parte de su lado más personal.
Javi Moyano es el capitán del Real Valladolid y como contó AS hace unos días se ha ganado la renovación al haber superado los partidos que debía jugar para hacerlo, pero él no quiere hablar de este asunto y sí de rendimiento. Además, aborda en esta entrevista asuntos como la reanudación de la competición, el estado del vestuario, su relación con la afición y cómo pasa las horas en el actual confinamiento.
¿Qué tal? ¿Cómo lleva la cuarentena?
Bien, dentro de la normalidad, se intenta llevar de la mejor manera posible, sabiendo el problema que tenemos encima a nivel global y siendo consciente de que nadie está a salvo de esto que nos ha tocado, hay que seguir las instrucciones, cada uno debemos aportar nuestro granito de arena para volver lo antes posible a la normalidad.
¿Cómo lo viven los futbolistas?
Es complicado porque no deja de arrebatarnos el hecho de poder hacer nuestro trabajo, al igual que en muchas otras profesiones, pero sí que es verdad que la actividad que nosotros realizamos, que es estar continuamente en movimiento, haciendo ejercicio durante gran parte del día se nos ha erradicado de raíz. Es difícil estar en casa sin poder hacer prácticamente nada porque por mucho que intentes trabajar no es lo mismo que estar en el campo, en el entrenamiento. La gente lo lleva con paciencia y siendo consciente de la situación que tenemos que no es sencilla.
No tiene fácil solución esto...
Lo que se necesita, sobre todo, es tiempo. Es algo que no se puede acelerar, obviamente, en este tipo de contagio estamos viendo que no hay cura y lo único capaz de derrotarlo es el tiempo. Eso juega en contra nuestra, porque es lo único que no tenemos, tiempo, hablando de nuestra profesión. No tenemos fechas, ni días por delante para intentar acomodar pese a que se hace todo lo posible para cuadrarlo y para que cuando se retome se haga en las mejores condiciones. Esto es cosa de tiempo y de paciencia, es algo que tenemos que hacer, no tenemos que precipitarnos, ni ponernos nerviosos.
El asunto es que cuando se levante el confinamiento hará falta una pretemporada porque son deportistas profesionales...
Está claro. Cuando hablamos de deportistas profesionales, todo el mundo sabe el riesgo que corre y nosotros sabemos el que corremos de tener lesiones. El deportista de élite siempre trata de llevar a su organismo al límite, para intentar ser el mejor e intentar estar en las mejores condiciones. Es imposible que eso pase a corto plazo. Cuando paramos una semana en Navidad cuesta reengancharse, así que imagina si, como se prevé, pasan 30 días o más... Lo que no se puede decir es que mañana se reanuda la Liga y pasado estamos jugando. Es algo irreal e ilógico. Sería correr unos riesgos innecesarios porque el cuerpo no está preparado.
¿Cree que se va a volver a jugar?
Estamos a la expectativa, depende mucho de la progresión del virus. No es como cuando estaban cambiando el césped o de una lesión. Ahí tenemos controlado más o menos el tiempo que se necesita, pero en una situación como la que estamos viviendo nadie puede aventurarse a decir en 20 días, en 30, en 40. Dar opiniones es arriesgado y temerario. Lo que deseo es que todo vuelva a la normalidad cuanto antes y que se pueda volver a la competición. Sería lo más lógico y lo más justo. En caso de no poder ser, las personas encargadas tendrán que tomar las medidas necesarias o la postura que ellos crean que es más justa y que no se desvirtué la competición.
Hace unos días publicamos en AS que usted ya ha renovado automáticamente al haber jugado los partidos necesarios. Usted nunca ha querido hablar de eso, pero...
Yo no voy a entrar a valorarlo porque siempre he dicho que no quiero entrar en eso, así lo he hecho toda mi carrera. Son situaciones que no merecen hacer comentarios, ni prestar atención durante la temporada porque para mí lo importante es lo que pasa en el día a día. Hasta la semana pasada lo más importante era la competición y ahora lo prioritario es que todo vuelva a la normalidad y que se pueda reanudar la Liga. Cuando llegue el momento me pronunciaré al respecto y como siempre he dicho: está ceñido al rendimiento y a que ambas partes estemos contentos y así será. Hablaremos. Si he de seguir aquí genial y sino pues estaremos agradecidos de todo. Si por los motivos que fueran no siguiera, que llegará el día en el que eso pase, aunque haya gente que piense que voy a estar de por vida aquí, o lo tema, pero no voy a estar de por vida en Valladolid. Llegará el momento en que no pueda continuar y tendré que cambiar mi camino, pero ahora mismo no me centro en eso.
Con 34 años, ¿uno empieza a pensar en que hará cuando deje el fútbol?
No lo he pensado porque realmente a nivel de sensaciones me encuentro fantásticamente, creo que esta temporada estoy haciendo una campaña bastante completa en todos los sentidos, en cuanto a regularidad, a partidos, me están respetando las lesiones. No me lo planteo a corto plazo, quiero disfrutar todo lo que pueda del fútbol. Todo lo que me dejen las piernas. A día de hoy me encuentro bien, con muchas ganas, con mucha ilusión, desde el primer día y para mí eso es lo que me mueve. El día que eso me falte empezaré a plantearme cuestiones de mi futuro. ¿Trabajo en mi futuro? Obviamente porque el futbolista tiene una fecha de caducidad y tiene que ir formándose para que cuando llegue ese momento estemos preparados para tomar otras vías.
¿Entrenador?
Bueno, yo siempre he dicho que me gusta estar en el campo, cerca del campo de batalla. Me gustaría que el futuro estuviera ligado a eso. No sé si como entrenador o como segundo porque es lo que he hecho toda mi vida. No sé si se me dará bien, si seré apto para hacerlo. El tiempo lo dirá, me estoy formando para ello, pero no me lo planteo como una cosa a corto plazo. Prefiero seguir jugando, sumando y ayudando al que viene por detrás.
Su carrera es un ejemplo de progresión: 10 años en Segunda B, cinco en Segunda, ahora cumple su segunda temporada en Primera... Eso demuestra lo que le ha costado llegar a la élite...
Siempre he dicho que si mañana tuviera que dejar el fútbol estaría orgulloso de la carrera que he llevado. Llegar a Primera siempre lo he contemplado como una recompensa al trabajo durante muchos años, nadie me ha regalado nunca nada. Todo lo que he conseguido es a base de mucho trabajo, de mucho sacrificio, de poner mucho empeño en todo lo que he hecho y al llegar a Primera lo que quieres es disfrutarlo lo máximo posible y seguir progresando. La temporada pasada, cuando acabó, pensaba que había conseguido aquello por lo que luchaba desde hacia tantísimo tiempo: jugar en Primera, en los mejores campos, con los rivales más difíciles y que no lo había disfrutado, más bien, lo había sufrido, y mi pareja me decía que siempre ha sido así desde que me conoce. Sufriendo cada temporada, implicándome al máximo.
¿Cómo lleva usted esa relación amor-odio con algunos aficionados del Real Valladolid?
Trato de llevarlo bien, me considero que como jugador es necesario que interactué, sentirme cercano a la gente, por mi posición dentro del equipo, como capitán, tengo que ser accesible a todo, no sólo a lo bueno. Creo que hay que escuchar a todas las partes y en un deporte como el nuestro, en el que estamos expuestos a tanta crítica, es muy difícil caer bien a todo el mundo, gustarle a todo el mundo. Mi consuelo es que si se critica a jugadores como Messi o Cristiano Ronaldo, jugadores de primer nivel, que no harán conmigo, con nosotros. Hay que entenderlo, saber el límite de la razón, el sentimiento por unos colores que, a veces, te hace decir cosas, que están fuera de tono, pero siempre he tratado con mucho respeto a la afición del Real Valladolid porque ellos me han demostrado mucho respeto, en general. Trataré de seguir trabajando para que ese pequeño sector, porque ya te digo que la mayor parte me muestra cariño aunque pueda parecer lo contrario, me vea mejor. La gente a la que más se escucha es la que hace una crítica más dura, pero no quiere decir que tenga razón o que no la tenga. Siempre con el máximo respeto y la máxima educación. Cuando se pierde el respeto y la educación se pierde la razón y a mí ni me han visto hacer eso nunca, ni me lo verán. Algo muy grave tiene que pasar para que yo pierda ambas características.
... pero ¿les termina influyendo?
Eso es algo muy subjetivo porque habrá jugadores a los que les afecte y otros a los que no les afecte. O a unos un poco más y a otros un poco menos. Yo creo que hay que ir al rendimiento de cada uno. Hay que analizar el conjunto y no una jugada en concreto. Eso lleva a analizar el rendimiento general de un futbolista en particular y a un equipo, en general. Al jugador que eso le influya para su rendimiento particular no serviría para esta profesión porque estamos expuestos continuamente a la crítica. Personalmente no me afecta, es algo que llevo bastante bien, me lo tomo con bastante filosofía, como algo que es del juego, de este mundo, de este circo, como lo ha catalogado algún compañero. Debemos intentar que no nos afecte o que lo haga lo menos posible. Eso no quita para que seamos personas y cuando te pitan o lo hacen a algún compañero, obviamente, no es que no nos guste, pero no ayuda, no suma.
Para acabar, no se me ponga serio... ¿A qué dedica el día además de ejercitarse con la rutina que les han pasado desde el club?
Pues estoy viendo muchas series, haciendo mucho ejercicio porque cuando no tienes nada que hacer, o haces ejercicio o abres la nevera para comer...
¿Qué series? Cuénteme...
Pues mira, he retomado la serie Vikingos, que la tenía un poco dejada, estoy también con Peaky Blinders, tengo bastantes frente abiertos... y luego estoy leyendo un libro de un buen amigo, de aquí de Valladolid, "Todo lo mejor" (de César Pérez Gellida), con los vídeojuegos y matando el tiempo como podemos... y el perro, por suerte también tenemos un animalillo...
...Eso es un lujo hoy por hoy, con la que está cayendo...
Sí, pero cuando tienes pareja hay pelea por ver quién lo saca... y el perro ya está reventado... (Risas).
Gracias, que vaya bien...
Igual.