El Celta también rechaza los test del coronavirus de LaLiga
Se unen a Eibar, Valladolid y Osasuna, que los han donado a la Sanidad de sus respectivas regiones. En Pucela fueron claro: "Hay colectivos que deben tener prioridad".
Los integrantes de la plantilla del Celta tampoco se realizarán el test que LaLiga ha puesto a disposición de todos los clubes para detectar el COVID-19, comúnmente conocido como coronavirus. Lo ha hecho público el propio club este jueves, uniéndose así a más entidades como Eibar, Valladolid y Osasuna una vez que AS desveló esta semana la medida que había tomado la patronal para conocer el alcance exacto del contagio dentro del fútbol español.
El motivo esgrimido desde la entidad celeste es que "el club considera que hay colectivos más necesitados". Precisamente, el Hospital Meixoeiro de Vigo ha sido pionero en España a la hora de realizar pruebas express sin bajarse del coche a las personas sospechosas de sufrir coronavirus, algo que desde el Celta consideran que es ahora prioritario.
En el club olívico existe tranquilidad sobre el estado de salud de la plantilla. Según ha podido saber AS, no existe ningún miembro del equipo con síntomas y todos se encuentran confinados en sus casas, respetando las leyes del estado de alarma y cumpliendo a rajatabla el plan específico de trabajo para estas jornadas de confinamiento.
Fue David Espinar, el portavoz institucional del Valladolid, el que trasladó la postura del club acerca de los test de la forma más tajante: "Es cierto que LaLiga los puso a nuestra disposición, pero no las hemos realizado por criterio médico y criterio social. Ningún jugador presenta síntomas y creemos que hay colectivos mucho menos beneficiados y con más necesidades. Son ellos los que deben tener la prioridad".
Espinar explicó también cómo está actuando el Valladolid en esta crisis: "Desde el principio tuvimos claro que teníamos que poner todo de nuestra parte para preservar la salud de nuestros trabajadores y de todas las personas que indirectamente forman parte del Club". Aclaró que los jugadores del conjunto blanquivioleta han recibido pautas nutricionales, físicas y psicológicas para afrontar la cuarentena.
Respecto a la competición, el portavoz aseguró que "el Real Valladolid es partidario de honrar la competición y que se pueda finalizar, aunque ahora es pronto para predecir si eso será posible. Queremos ser optimistas y pensar que se va a poder acabar el campeonato y que el Real Valladolid continuará en Primera".
El Eibar entiende que hay personas que necesitan con más prioridad pasar las pruebas para detectar el COVID-19 que los futbolistas azulgranas. La LFP (Liga de Fútbol Profesional) envió tests del coronavirus a los clubes de Primera División y Segunda para detectar positivos en los futbolistas y técnicos. Cuanto antes se detecten a las personas enfermas por el COVID-19, más posibilidades hay de evitar posteriores contagios. El aislamiento de los enfermos en un equipo de fútbol, evitaría que se propague la enfermedad al resto de la plantilla, y a los trabajadores de las entidades futbolísticas. Lo que quiere LaLiga es que el problema sanitario afecte lo menos posible a los conjuntos de la máxima categoría, para reanudar cuanto antes la competición -posiblemente a puerta cerrada- cuando se acabe el estado de alerta.
La plantilla eibarresa ha suspendido los entrenamientos colectivos mientras dure la alerta sanitaria para evitar propagar la enfermedad. Los futbolistas se ejercitan desde el martes individualmente en sus casas, con un trabajo personalizado, y lo seguirán realizando durante la crisis. La mayoría de los trabajadores de la entidad guipuzcoana trabajan desde su domicilio desde la semana pasada. Además, bajó la persiana de su tienda oficial, y de la oficina de atención al socio y accionista, ubicada en Ipurua.
El Eibar ha tomado la misma decisión -ceder los test sanitarios- que el Valladolid y el Osasuna, otros dos clubes que de momento no han sido afectados por el coronavirus. Un caso diferente al Alavés, Espanyol, Valencia y Real Madrid (sección de baloncesto), donde sí ha habido positivos por el COVID-19. Aunque directamente el club azulgrana no ha sido afectado por la epidemia, sí indirectamente. El encuentro Eibar-Real Sociedad (1-2) que tuvo lugar el martes 10 de marzo en Ipurua, ha pasado a la historia como el primer partido de fútbol disputado a puerta cerrada en España por el coronavirus.
El duelo de rivalidad entre guipuzcoanos, celebrado sin aficionados y con las tribunas vacías, fue muy extraño. El silencio se adueñó de Ipurua, lo que aprovechó la Real Sociedad para, sin presión del público en las gradas, obtener su primer triunfo en el estadio eibarrés en Primera División.
Curiosamente, el Eibar-Real Sociedad, de la jornada 24, debía de haberse jugado el 16 de febrero, cuando fue suspendido por la contaminación del aire debido al incendio de un vertedero en la localidad vizcaína de Zaldibar. El fuego fue provocado por un desprendimiento en el vertedero que sepultó a dos trabajadores, cuyos cuerpos todavía no han podido ser encontrados.