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REAL VALLADOLID

El equipo logró su seis victorias jugando con un 4-4-2 de inicio

Las revoluciones en el once inicial y los cambios de formación no han dado resultado esta temporada. Se cambió en seis encuentros y sólo consiguieron empatar dos.

ValladolidActualizado a
08/03/20 PARTIDO PRIMERA DIVISION
 REAL VALLADOLID ATHLETIC DE BILBAO 
 SANDRO
PHOTOGENIC/PABLO REQUEJODIARIO AS

Si Albert Einstein decía que para conseguir resultados diferentes debes hacer cosas diferentes, es obvio que también afirmaría que cuando una cosa funciona no hay que cambiarla. Y es que los datos son demoledores: el Real Valladolid ha conseguido seis victorias y las seis las firmó jugando una formación 4-4-2. La continuidad no sólo debería llevar al dibujo, sino también a los jugadores ya que siete futbolistas de la plantilla han estado en la media docena de partidos ganados esta temporada, lo que se podría tildar como los indispensables para sumar de tres en tres. De esta manera Masip, Moyano, Olivas, Salisu, Plano, Míchel y Guardiola estuvieron en el once en los seis encuentros ganados: los dos al Mallorca, los dos al Espanyol, uno al Betis y otro al Mallorca. 'Este once de la victoria' sería completado por Nacho, que jugó en tres de la victorias como lateral zurdo, al igual que Alcaraz, en el centro del campo, mientras que en el extremo zurdo Toni jugó en cinco de esos encuentros ganados, completando con Unal que participó en cuatro.

Hay que reconocer también que no se puede desdeñar el papel de otros jugadores que entraron desde el banquillo, como es el caso de Sandro que cambió el partido ante el Espanyol de la segunda vuelta con su entrada y su tanto, por ejemplo, mientras llama la atención que Joaquín sólo participó en tres victorias, dos como titular.

Seis cambios de formación, dos empates. La derrota ante el Athletic, partiendo de la base de que es difícil afrontar un duelo cuando te marcan en el minuto 3, es el último en el que Sergio González cambió de formación que no salió bien. El 5-2-2-1 hizo que el equipo pucelano estuviera incómodo. Mejor rendimiento, aunque con un resultado más ajustado e incluso injusto tuvo el equipo en San Sebastián la semana pasada. Entonces, el míster apostó por 4-3-3 que funcionó en gran parte del partido que terminó 1-0. En la visita del Real Madrid, el técnico apostó por 4-4-2, pero en rombo, partido en el que los pucelanos hicieron un buen partido que perdieron por una jugada aislada a balón parado (0-1). Por último, ante el Barcelona en el Camp Nou, el Real Valladolid jugó con línea de cinco y se llevó cinco goles (5-1) en un día en el que estuvo especialmente bien Messi. En las otras seis derrotas, el conjunto blanquivioleta jugó con el típico 4-4-2. Por último, de los 11 empates que ha cosechado el equipo pucelano esta temporada, en nueve de ellas comenzó jugando con 4-4-2 y sólo cambió dos veces en el Bernabéu y en El Sadar, donde jugó 5-3-2 y empató a uno.