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ESPANYOL

Un Espanyol suicida

Los pericos son víctimas de sí mismos. Hasta 16 goles llegaron tras severos errores. Van cuatro expulsiones en cinco salidas. Solo nueve jornadas de 27 sin fallos.

Actualizado a
08/03/20 PARTIDO PRIMERA DIVISION 
 OSASUNA ESPANYOL 
 
 De Burgos Bengoetxea
MIKEL SAIZDIARIO AS

Existen pocos estilos de juego menos kamikazes que los del Espanyol esta temporada, con ninguno de los tres técnicos que han ocupado su banquillo. Y, sin embargo, la deriva de los pericos camino de Segunda División si no lo evita un milagro es fruto de un suicidio. Individual y colectivo. Consecuencia de la planificación, de la inversión a destiempo, de decisiones técnicas y a veces arbitrales. Y, sobre el césped, el resultado de unos errores graves que están costando un sinfín de puntos. De esperanzas. De dramas. El peor enemigo del Espanyol es el propio Espanyol.

En 19 de las 27 jornadas se han detectado ya sean fallos que han costado goles o expulsiones innecesarias. Todo empezó en el Espanyol-Granada (0-3, jornada 3), en que un mal despeje de Marc Roca costó el 0-2 de Carlos Fernández a pase de Machís. En la jornada siguiente, Eibar-Espanyol (1-2), Naldo Gomes veía la segunda amarilla por un codazo a Charles. Solo siete días más tarde, un fallo de Fernando Calero permitía a Isak anotar el definitivo 1-3 de la Real Sociedad en Cornellà (jornada 5). Tras una breve tregua, en la séptima jornada, Espanyol-Valladolid (0-2), llegaba el primer festival: el 0-1 nacía de una mala entrega de Naldo a Diego López, córner que derivaba en un codazo de Víctor Sánchez a Óscar Plano y en un penalti que transformaba Míchel; y después Calero era expulsado por cortar una ocasión manifiesta de gol de Guardiola. En la jornada 8, Mallorca-Espanyol (2-0), entre Lluís López y Víctor Sánchez servían en bandeja el gol al experico Salva Sevilla, la puntilla para David Gallego.

Nada cambió con Pablo Machín. En la jornada 11, Athletic-Espanyol (0-3), Víctor Gómez se anotaba en propia meta. en la 12, Espanyol-Valencia (1-2), el canterano cometía un penalti por empujar a Rodrigo en el 1-1 y Matías Vargas perdía para originar el tanto de la derrota. En la 14, Espanyol-Getafe (1-1), Jaime Mata deja retratado a Calero a los tres minutos. En la 15, Espanyol-Osasuna (2-4), un despiste de Bernardo precipita el 1-2 del Chimy Ávila. Y en la 18, Leganés-Espanyol (2-0), un mal control de Marc Roca desemboca en el 1-0 de Braithwaite.

Aterrizó Abelardo Fernández y tampoco se disiparon los fallos, por mucho que en los primeros encuentros acompañaban los resultados. Como en el Villarreal-Espanyol (1-2) de la jornada 20, con la mano rigurosa de Javi López que se convertiría en la primera de las cuatro expulsiones que ha sufrido el conjunto blanquiazul en sus cinco últimas salidas. En la jornada 21, Espanyol-Athletic (1-1), un saque de esquina regalado por Víctor Sánchez propiciaba el gol de Villalibre. Gazapos que se duplicarían en el siguiente partido, 22, con la visita al Granada (2-1): el primer tanto nazarí nace de una pérdida de Javi López y el segundo, de una incomprensible cesión de Naldo a Machís.

Sería en la siguiente salida, el Sevilla-Espanyol (2-2) de la jornada 24, cuando Víctor Sánchez vio la segunda amarilla por frenar a En-Nesyri. Y en la jornada 25, Valladolid-Espanyol (2-1), por un lado era David López el expulsado por una entrada por detrás a Óscar Plano y, por otro, un mal despeje de Diego López lo aprovechó Sandro para marcar.

El carrusel de errores se ha acelerado en las últimas semanas. En la jornada 26, Espanyol-Atlético de Madrid (1-1), el gol de Saúl Ñíguez llega en un error de marcaje en la frontal y de concentración, nada más reanudarse el partido. Y en la jornada 27, el Osasuna-Espanyol (1-0) de este pasado domingo, la inocente mano de Víctor Sánchez en el área supone un penalti que transforma Roberto Torres y se riza el rizo del suicidio colectivo con la segunda tarjeta a Diego por tocar el balón con la mano fuera del área. En total, 16 errores groseros y seis expulsiones que pueden impulsar al equipo a Segunda.