Real Madrid y Barça: Tener la pelota no es tener la razón
Zidane tiene un nuevo sello futbolístico que tiene una seña de identidad: mucho físico, poco toque y juego por banda... Sólo falta un delantero centro nato.
Hubo un tiempo en que sí había una relación directa entre tener la pelota y tener éxito. Pero era en tiempos de Guardiola. Si hay algo que demostró el último Clásico es que, tener la pelota no es tener la razón, o al menos ahora que Xavi e Iniesta ya no están. En el 2-0 entre Madrid y Barcelona en el Bernabéu con el que los blancos recuperaron el liderato a los de Quique Setién le sirvió de poco tener un 56% de posesión frente al 44% de los de Zidane. Los blancos sólo dieron 490 pases frente a los 643 de los blaugrana, pero la realidad es que el Madrid 12 veces (cinco de ellas entre los tres palos) y el Barça la mitad, seis (cuatro, eso sí, a puerta).
La estadística facilitada por Opta indica que la efectividad de los dos equipos en el pase fue muy parecida (83% el Madrid, 85% el Barça), pero con una diferencia importante, Zidane ordenó un fútbol más vertical en el que se atacó por banda un 65% mientras que el Barça sólo lo hizo un 50% pegado a la cal. Gran parte de culpa de esto la tuvo Vinicius y el mejor partido que el brasileño ha hecho desde que llegó al Madrid. No paró de intentarlo. Completó 20 jugadas en el área rival, su récord junto al partido de Copa ante el Melilla en el Bernabéu. Y otro dato que indica a las claras que la posesión no te asegura el éxito: el Madrid completó 44 acciones buenas en el área contraria y el Barça, 18.
A Zidane le dio tiempo a reflexionar en el intervalo de descanso que tuvo entre su exitosa primera etapa en el banquillo del Madrid, en el que ganó tres Champions de manera consecutiva y el doblete (Liga y Champions) en la 16-17, algo que no se daba en la entidad hacía 59 años. Pensó que era difícil mejorar tantos éxitos con su vuelta, pero que sólo había una manera de hacerlo, y esa era buscar un Madrid más físico.
Por eso insistió tanto en el fichaje de Pogba. Por eso quiso fichar a Mendy. Y por eso, cuando vio que la directiva no le traía a Pogba, apostó tan decididamente por Valdeverde. Hasta tal punto, que la pareja Valverde-Casemiro es innegociable a estas alturas y que son Kroos y Modric los que alternan el otro puesto del trivote en la medular. Los datos también confirman este cambio de tendencia en el librilllo de Zidane. En sus dos primeras temporadas completas (la del doblete y la siguiente), la posesión media en Liga de su Madrid fue del 63% y el 62% respectivamente. Esta temporada ha bajado al 56%. El cambio de tendencia fue más acusado si se compara con la era Lopetegui, en la que se abusaba de la posesión sin mordiente. Hubo partidos entonces con el 77% de posesión y la media, con el ahora técnico del Sevilla, estuvo en el 66%.
Un fútbol físico y directo, abierto a banda, son las señas de identidad del nuevo Madrid de Zidane. O eso dicen los datos. En el último Clásico Carvajal creó tres ocasiones y Marcelo otras tres. En el Barcelona, Jordi Alba 1 y Semedo 1. El Madrid incluso ha llegado a abusar de los centros al área en más de un partido, como ante el Celta (38), Athletic (37) o Real Sociedad en Copa (36). No le sirvió esa manera rápida y directa de jugar para ganar ninguno de esos tres partidos (los tres con más centros de la campaña), quizá falte un delantero. Pero es el nuevo sello del francés: presión alta, juego veloz y directo en busca de espacios y mucho físico.