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ENTREVISTA

Benítez: "La crisis del coronavirus ya nos pilló en España"

Rafa Benítez, técnico del Dalian Yifang de la Superliga China, atiende a AS desde la estadía de su equipo en Alicante. El madrileño habla de su proyecto asiático y hasta de Bordalás y Setién.

Benítez, en Alicante, donde realiza la pretemporada con el Dailan.
As.com

Rafa Benítez, a sus 59 años, ejerce su trabajo de entrenador con un hombre pegado a su lado. Es su traductor, su voz en chino. Le acompaña todo el día desde que en julio firmara por el Dailan Yifang, club de la Superliga China y propiedad de Wanda. "Me esfuerzo en aprender palabras básicas para mi trabajo, pero la pronunciación es muy difícil", señala un técnico que hizo las maletas rumbo al gigante asiático tras 27 años en los banquillos y una dilatada trayectoria en Europa (Real Madrid 'B', Valladolid, Osasuna, Extremadura, Tenerife, Valencia, Liverpool, Inter de Milán, Chelsea, Nápoles, Real Madrid y Newcastle).

Benítez, que atiende a AS desde la estadía del Dailan Yifang en Alicanteaugura que volverá a entrenar en el viejo continente y a pelear por ampliar su palmarés de títulos (una Champions, dos Europa League, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes, dos Ligas, una FA Cup, una Community Shield, Copa y dos Supercopas de Italia y su último logro en Inglaterra, la EFL Championship y el correspondiente ascenso a la Premier con el Newcastle).

Mientras tanto, el técnico madrileño, que firmó dos años con el club chino, disfruta de un proyecto "distinto" y "atractivo por lo novedoso que es para nosotros". Lo hace sin perder un ápice de su estricta metodología, con el equipo de trabajo que lleva años acompañándole y también pendiente de la evolución de la epidemia del coronavirus, que entre otros contratiempos y preocupaciones le impide saber a ciencia cierta la fecha de inicio de Superliga en China, en la que aspira a quedar entre los ocho primeros, pero sobre todo a "ayudar a que mis futbolistas sean cada día mejores".   

Benítez habla de su experiencia en China, pero también de su querida Champions, de cómo ve la eliminatoria entre el Real Madrid y el City; lanza un mensaje a Hazard, al que entrenó en el Chelsea y reflexiona sobre el duelo en Anfield entre el Liverpool y el Atlético e inclusive opina sobre la situación en el Valencia y la destitución de Marcelino y da su punto de vista sobre el debate mediático entre el estilo de Bordalás y el de Quique Setién

 ¿Qué hace Rafa Benítez en China?

Tener una experiencia distinta. Otra cultura, otros valores, un proyecto más formativo. Hay quien no entiende que no es lo mismo competir por algo que tener un trabajo. Podríamos haber seguido entrenando en Europa, teníamos ofertas, pero no hubiéramos competido por lo que allí queremos competir, porque los clubes que pelean por títulos y jugar la Champions ya tenían entrenador. Ante esa situación, se nos planteó este proyecto.

¿Se lo pensó mucho?

Tuvimos una etapa de reflexión en el Newcastle, porque se podría haber producido una venta y surgir un proyecto nuevo. En Newcastle estábamos cerca de casa (su familia vive en Liverpool) y ese cambio conllevaba una apuesta financiera fuerte. Pero no surgió y el proyecto anterior había demostrado que no quería crecer porque no había hecho la inversión necesaria. Entonces nació este proyecto en China, que tiene una gran inversión. Detrás del club está Wanda, empresa líder mundial en construcción, que quiere y pone muchos medios para mejorar el fútbol en Dalian. Tienen una ciudad deportiva de élite. En ella han invertido 200 millones de euros.

¿En España no le salió nada?

Siempre salen cosas, pero ¿a qué vas a un equipo? En España solo hay dos o tres equipos para competir por títulos y ya tenían entrenador.

¿Y cuál es ese proyecto que le presentó Wanda?

Ellos ponen su énfasis en la formación. En China los niños no empezaban a jugar hasta los 13 años y el objetivo es que empiecen a los 6. Solo así conseguirán crecer, porque a día de hoy, a nivel juvenil, tiene retraso en conceptos básicos del juego. ¿Qué hace Wanda? Por un lado, mueve chicos chinos a España (Atlético, Villarreal, Celta y Real Sociedad) y, por otro, lleva entrenadores españoles a trabajar allí: hay diez en la escuela (de los 6 a los 12 años), siete en el fútbol base (de los 12 a los 16) y luego estamos nosotros para controlar el fútbol juvenil, el equipo reserva y el primer equipo.

¿Y ese trabajo le llena a un entrenador que ha ganado la Champions?

Este proyecto lo vimos atractivo por lo novedoso y porque había mucha inversión. ¿Qué dificultad tiene? Pues que el nivel futbolístico todavía no es muy alto, que tienes que ir cambiando la plantilla, la mentalidad… y no es fácil, entre otras cosas por los cambios en la reglamentación.

¿Se refiere a los recortes a la hora de poder hacer fichajes?

La reglamentación solo te permite cambiar cinco futbolistas chinos cada año y solo puedes tener cuatro extranjeros. Necesitas por lo tanto dos o tres años para acercarte a los proyectos de arriba de la clasificación. Además ahora se ha puesto un tope salarial de tres millones y así cuesta más atraer talento de fuera y también convencer a los jugadores de nivel chinos que cambien de club. Así que la mejor fórmula para crecer es formar a tus propios jugadores.

¿Y cómo controla a su gen competitivo, porque hace años que usted dejó el fútbol formativo para pelear por títulos?

Yo tengo un pasado de profesor de educación física. Di clases en colegios y lo hice porque me gusta enseñar. Mi metodología en todos los clubes siempre ha sido la misma: enseñar. ¿Cuál es la diferencia aquí? Que se necesita más tiempo y que el nivel competitivo es diferente. Aquí hemos apreciado que hay que repetir mucho todo. Una y otra vez. En España un chaval de 12 años de cualquier escuela sabe lo que es una cobertura, replegar… eso aquí lo tienes que explicar, enseñar y repetir. Les tienes que dotar de principios básicos tácticos, físicos y hasta nutricionales.

Ahora están marcados porque no saben cuándo va a empezar la Superliga por el Coronavirus.

La mayor dificultad que estamos teniendo es esa, porque empezamos a planificar con la idea que empezar en febrero. Normalmente hacemos seis semanas de pretemporada. Pero primero coincidió con el Nuevo Año Chino en enero y cuando nos marchamos a España empezaron los problemas con el virus. No sabemos cuándo empieza la liga realmente. Se dice que quizás en abril.

¿Qué información les llega a ustedes del virus?

Nos están diciendo que está habiendo más control en China. Dentro de la desgracia, China es un país que impone unas reglas para controlar el virus y la gente las sigue a rajatabla. Se ha cerrado una ciudad de 11 millones de habitantes. Eso en otras zonas del mundo es difícil de imaginar.

¿Ha tenido algún problema con alguno de sus jugadores? Uno es de ellos es de Wuhan.

Ninguno. A nosotros la crisis del virus nos pilló ya en Europa. Hemos hecho todos los controles que tuvimos que hacer, hemos seguido los protocolos que nos han pasado y llevamos ya casi un mes en España. Todo el mundo está tranquilo. 

Pero los familiares de sus jugadores sí están en China.

Ellos asumen la situación. Hablan diariamente con ellos. Saben que están en sus casas, que no se mueven de sus hogares. Obviamente están esperando que se controle el virus. 

¿Ha cambiado en algo el día a día de su equipo por el virus?

En nada. Estamos haciendo una pretemporada al uso, como si fuera el Valencia, el Liverpool o el Chelsea. Lo único es ajustar las cargas porque no sabemos cuándo vamos a empezar.

Estuvieron en Marbella, donde se dijo que el United no quería alojarse en su hotel, y ahora están en Alicante, ¿han tenido algún problema?

Sinceramente te digo que pensábamos que podríamos tener más problemas. Nosotros hemos estado en contacto con las autoridades sanitarias desde el principio y no hemos tenido ningún problema. En Marbella incluso coincidimos un día con el United y estuvimos charlando tranquilamente con Solksjaer.

¿Han sentido algún tipo de rechazo? En Marbella algún equipo no quería enfrentarse a ustedes.

En Marbella estuvimos tranquilos en el hotel. Entrenábamos normal y decidimos por nosotros mismos no salir mucho hasta que no hubiera ninguna duda. En Alicante hemos jugado ya varios amistosos con absoluta normalidad.

¿Cuándo tienen previsto regresar a China?

Estamos mirando diferentes opciones. Como digo, nuestro problema es que no sabemos a ciencia cierta cuándo va a empezar la competición y estamos analizando la situación, porque no podemos estar dos o tres meses de pretemporada.

¿Su familia cómo lo lleva?

El cambio a China lo entendieron.

¿Qué echa más de menos?

Es cuestión de adaptarse. Lo que más cuesta es el idioma. Vivo pegado a un traductor. Lo necesito para todo. Intento aprender palabras básicas para mi trabajo, pero es difícil aprenderlas y más aún pronunciarlas. Pero nuestra vida es de privilegiados: vivimos en un hotel, tenemos un chófer…

¿Añora la Champions?
A mí me gusta competir al máximo y es la competición más atractiva. Pero me adapto. Los ingleses tienen una expresión que viene a decir que tu misión es ganar al rival que tienes enfrente, no al que tienen los demás, y eso hacemos ahora.

¿Cómo ve la eliminatoria entre el Real Madrid y el Manchester City?

Trato de hablar poco de los equipos en los que he estado salvo que sea hablando muy bien. Entonces, desde la distancia, sin conocer lo que pasa dentro, solo puedo decir que es una eliminatoria atractiva, con dos grandes equipos. ¿Quién es el favorito? No lo sé, pero cualquier que pase, no será una sorpresa. Solo sé que es una lástima la lesión de Hazard, a quien le deseo pronta recuperación.

¿Triunfará Hazard en el Real Madrid? Usted lo tuvo en el Chelsea.

Hazard puede triunfar en cualquier club del mundo y en cualquier competición. Su cambio de ritmo es brutal. Él no tiene una quinta velocidad, él tiene una sexta. Creo que su mejor virtud es la explosividad. Arranca, frena en seco, arranca, frena en seco y siempre con el balón pegado. Espero que vuelva pronto. Es un buen chico y un grandísimo jugador.

¿Ve favorito al Liverpool contra el Atlético?

El Liverpool es un equipo muy potente. Klopp es un entrenador que le da mucha intensidad a sus equipos. Pero en la ida se encontró a un Atlético que supo hacer su juego, que es trabajar bien en defensa, no dar muchas opciones y hacerle daño siempre que podía salir. El partido de vuelta va a ser difícil para los dos. Anfield resuena muchísimo, eso es cierto. El Liverpool seguro que va a generar muchas ocasiones, pero el Atlético sabe defender y tiene buen contragolpe. Conclusión, no me mojo y puede pasar cualquiera.

¿Cómo ve al Valencia, y no me refiero solo en su eliminatoria contra el Atalanta?

Siempre miro al Valencia con cariño y quiero fijarme en lo positivo. No debo pronunciarme porque tengo connotaciones emocionales importantes. Me gustaría como aficionado verlos crecer y evolucionar. La sensación es que después de una etapa complicada, volvió a recuperarse, pero el Atalanta le hizo mucho daño. 

¿Le sorprendió el despido de Marcelino?

Sin entrar en polémicas, solo puedo decir que Marcelino es un gran entrenador y me hubiera gustado que siguiera ahí, pero también tengo amistad con gente del cuerpo técnico de Celades y no quiero meterme. Los entrenadores en el fútbol moderno lo tenemos un poco más difícil que en el pasado.

¿Por qué?

Las redes sociales hacen que la toma de decisiones sea más inmediata y sin tanto análisis como debería haber.

Hablando de entrenadores, ¿Es de Bordalás o de Quique Setién?

Antes era Menotti o Bilardo, ahora Bordalás o Setién. Ese debate solo busca vender más. La realidad es que el fútbol es bastante parecido para todos. Los equipos tienen que tener equilibrio, estar organizados. Y luego cada uno con las armas que tiene, le saca rendimiento a su equipo en un sentido u otro. Si tu equipo es competitivo y ganas partidos, eso significa que estás haciendo un gran trabajo. Luego si tienes futbolistas buenos, caros… es cuando puedes hacer un juego que otros no pueden. Para mí el concepto de buen entrenador es adaptar tu equipo a cada momento y rival. ¿Qué es más fácil vender el fútbol expansivo? Pues sí, porque quedas mejor de cada a los medios y a los aficionados. Pero lo que todo aficionado quiere es que su equipo gane y si juegas bien, tienes más posibilidades de ganar.

¿Y qué es jugar bien?

Pues no es necesariamente dar 20 pases. Jugar bien es también saber dar tres pases en un contragolpe y que acabe en gol. Hay que sacarle rendimiento a los futbolistas que tienes y respetar lo que hacen los rivales, porque cada uno tiene su manera a la hora de poder competir. Nosotros con el Madrid le metimos diez goles al Rayo, pero sin embargo cuando por circunstancias no eras capaz de ganar un partido, te decían que eras defensivo. Lo bueno de un entrenador es ser capaz de adaptarse a lo que tiene o a lo que le dan y cuando consigues resultados en varios sitios es que eres capaz de adaptarte y sacar siempre rendimiento.