Paso a Vinicius
La lesión de Hazard, la desconexión de Bale o el segundo plano actual de Rodrygo le ponen en el centro del escaparate para la semana que marcará el año.
Zidane mandó a Vinicius al fondo del armario en noviembre y el 2020 está devolviendo al brasileño a las noches de gala. Vini ha ido reconquistando terreno, recuperando la sonrisa y contagiándosela al equipo, y los últimos acontecimientos le han colocado en primerísima línea para la semana que va a señalar dónde está realmente esta segunda entrega del Madrid de Zizou.
Sus méritos y los deméritos y circunstancias de sus compañeros acercan a Vinicius a la titularidad ante el City (miércoles, 21:00 horas, Movistar Liga de Campeones) y/o el Barça (domingo, 21:00 horas, Movistar LaLiga). Hazard está lesionado. Bale, que no suele estar pero por las exigencias del guion hay quien le espera de vuelta, es demasiado impredecible. James anda en paradero desconocido. Rodrygo está recibiendo el jarabe de rotaciones de Zidane y la roja con el Castilla le deja fuera de la próxima jornada...
Toda esta casuística coincide con un nuevo momento de ebullición de Vinicius, que se va a poner manos a la obra con lo gordo de la temporada en estado de gracia. Ser el decimoquinto en minutos (1.108) de la plantilla no le impide ser también el segundo en regates completados (47, por 53 de Hazard), el cuarto en ocasiones claras creadas (7, empatado con Rodrygo) o el séptimo en ocasiones en general (25). Eso, en lo tangible, lo ha traducido en tres goles y dos asistencias.
Sus datos son los de un jugador cuyo peso en el juego vuelca el campo a favor del Madrid incluso estando aún enfrascado en terminar de pulir su precisión en la toma de decisión, en la que se vienen observando mejoras. En sus actuaciones destacadas, además, ha mostrado versatilidad: desatascador ante Sevilla o en el derbi en Liga e imparable como titular en Copa contra el Zaragoza o la Real Sociedad.
Casemiro: "El año pasado fue el mejor con Benzema"
El actual es un Vinicius muy parecido al que se ganó un chorreo constante de elogios en la 2018-19 hasta su grave lesión. Con Solari entregado a su vértigo, a estas alturas estaba sobresaliendo en escenarios como Ámsterdam, en la ida de octavos de Champions, en el derbi del Wanda Metropolitano o en los Clásicos de Liga y Copa, especialmente en el copero del Bernabéu, en el que dejó la imagen de Piqué sentado en la hierba por sus desafíos.
Casemiro, voz autorizada en el vestuario, se lo ha reconocido después en varias ocasiones. La última, hace unos días en El Transistor (Onda Cero): "El año pasado fue el mejor del equipo con Benzema". Tras dejar otro par de buenos detalles frente al Levante, por ejemplo sirviéndole un balón franco a Karim en el área pequeña, aparece como recurso de mucha utilidad para las grandes citas.