El Fuenlabrada deja a Guti asomado al precipicio
El Almería logra un triste empate ante un rocoso Fuenlabrada. Los rojiblancos apenas generaron ocasiones de gol, la afición pitó al equipo y Gutiérrez queda más tocado.
No levanta cabeza el Almería. José María Gutiérrez disparó al aire su presunta última bala y su futuro está muy en el alambre. A esta hora hay serias opciones de que el técnico madrileño no dirija a los rojiblancos en el Carranza. El Almería sacó a relucir una semana más las carencias que le han lastrado en las últimas jornadas. Concedió muy poco a nivel defensivo como reclamaba Gutiérrez, pero en ataque ofreció muy poco y terminó estrellándose ante un Fuenlabrada serio y muy solvente.
No logra salirse de la senda de los últimos partidos el Almería. Un equipo timorato y carente de desequilibrio que sólo ha sumado dos puntos de los últimos 15. Aunque sería injusto no conceder un porcentaje importante de mérito al Fuenlabrada. A pesar de la crisis de resultados de los madrileños (no ganan desde el 1 de diciembre), el Fuenla no ha perdido su identidad y su buen tono competitivo.
Mere maniató por completo la medular rojiblanca, aisló a Juan Muñoz y Darwin Núñez y el Almería, falto de fluidez e incapaz de traspasar las dos líneas bien plantadas de los visitantes, prácticamente no pisó el área de Biel Ribas en toda la primera parte. Los azulones sí vieron más de cerca a Fernando y dieron varios avisos a balón parado.
La paciencia de la hinchada rojiblanca duró 45 minutos. Los pitos se dejaron escuchar en el descanso (y al final) y también en los primeros compases del segundo tiempo. El primer aplauso de la tarde se lo llevó Corpas en el 49’. El extremo, el local más incisivo, desbordó a Glauder y su pase atrás lo remató muy forzado Juan Muñoz. Corpas y Kaptoum dieron un paso al frente en el segundo tiempo y mejoraron algo al Almería. Jonathan Silva también falló en el último pase y Lazo y Darwin no acertaron a controlar un balón que les habría dejado solos ante Ribas.
El arreón local no duró mucho y la recta final del encuentro fue plácida para el Fuenlabrada. Mere cambió de nueve (Caye Quintana entró por Jeisson), pero los madrileños no generaron peligro en la segunda parte. Tampoco con la entrada al final de Oriol Riera.
El 0-0 era el único desenlace posible. Un empate que no saca de la crisis a ninguno de los dos equipos, pero sabe mucho mejor al Fuenlabrada, que mostró su versión más competitiva y recupera sensaciones. A Gutiérrez le deja en muy mal lugar y con la amenaza del despido muy presente. Muy pocos le ven sentando en el banquillo del Almería el próximo sábado en Cádiz.