Bailados por lobos
El Wolverhampton devoró al Espanyol, con un 'hat-trick' de Diogo Jota y un golazo de Neves. Fracasó el plan suplente de Abelardo, que priorizó absolutamente LaLiga.
Se citaron en el Molineux Stadium un lobo que alardea abiertamente de serlo, el feroz Wolverhampton en que Nuno alineó a todo su poderío, y otro que pretendía sorprender con piel de cordero (o de periquito). La diferencia entre la ligerereza por ser octavo de la Premier League y alinear a toda la garra, o ir colista en LaLiga y repetir a solo dos titulares, ni siquiera Diego López entre ellos. La distancia entre encarrilar el pase a octavos de la Europa League y apelar al milagro, o ni eso, seguramente de nuevo con los menos habituales, en la vuelta.
Aun así, asestó el Espanyol el primer zarpazo, un remate del voluntarioso Wu Lei que repelió Rui Patricio. Con Melendo enchufado, tuvieron los pericos la sensación de dominio, con los Wolves esperando agazapados para salir por velocidad. Con sus carrileros y con un Adama Traoré tan atleta como futbolista. Aunque fue en otro registro que dominan, el balón parado, como llegó el 1-0, un córner que peinó Raúl Jiménez para que Diogo Jota superara a Andrés Prieto.
Pudo cambiar el signo del partido si Facundo Ferreyra aprovecha una terrible cesión de Jiménez a su portero, pero el argentino se añadió al festival de los errores perdonando el empate. Lo acarició también, ya en la reanudación, Wu Lei de cabeza a centro de Melendo.
Justo despertó el Wolverhampton cuando más abrigado se sentía el Espanyol, con la enésima carrera de Adama, el esférico rechazado por Víctor Gómez que recogía Rúben Neves para, desde la frontal, anotar el 2-0. El canterano perico se desquitaría enseguida con un balón a Wu Lei que de nuevo se paseó ante Rui Patricio, testigo de excepción de la victoria de su equipo, quieto y erguido como uno de los fondos, el mismo que cantó y cantó hasta el final a raíz del 3-0.
Porque, cuando lo fiaba todo Abelardo con Ferreyra y Calleri y sin Melendo a balones colgados al área que jamás llegaron, completó Jota su gran noche con dos goles más hasta el ‘hat-trick’ que le hizo marcharse ovacionado del Molineux, desde ya en la historia negra perica.