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REAL SOCIEDAD

La presión excesiva anuló a los txuri-urdin

En Zubieta se analiza la sobreexcitación de los jugadores en la ida de la semifinal de Copa contra el Mirandés. La preocupación es corregir ese aspecto de cara a la vuelta.

Los jugadores de la Real Sociedad celebran el gol de Mikel Oyarzabal.
Los jugadores de la Real Sociedad celebran el gol de Mikel Oyarzabal.Juan HerreroEFE

En el análisis jugador por jugador de la Real Sociedad del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey contra el Mirandés hay un elemento que no se puede obviar y que condiciona todo: la excesiva sobrexcitación y presión con la que jugaron los realistas y que les pasó factura. Tanto que su nivel se vio mermado. Estuvieron todos por debajo de lo que ofrecen habitualmente, porque la motivación previa no fue controlada correctamente por parte del cuerpo técnico.

Si la poca motivación es un aspecto peligroso cuando se afronta un reto, la sobremotivación es otro riesgo que puede provocar que estén por debajo de sus posibilidades. Esto último es lo que les pasó contra el Mirandés a los jugadores de la Real.

Este aspecto se analiza ya en Zubieta para tratar de corregirlo de cara al partido de vuelta en Anduva, porque se considera que los jugadores no pueden venirse abajo por la sobredimensión del recibimiento de la afición realista. La llegada del autobús de la Real a Anoeta fue espectacular, con unas imágenes nunca vistas hasta ahora de los seguidores realistas que debería haber dado alas a los jugadores, pero sucedió todo lo contrario.

La extramotivación que les generó todo ese ambiente a la plantilla les llevó a hacerse pequeños frentes al Mirandés, y eso es algo que preocupa en la entidad donostiarra, y que ya se trabaja para que dentro de tres semanas no vuelva a ocurrir. Porque en Miranda ya será todo definitivo.

A todo esto hay que añadir que hubo futbolistas que jugaron el partido tocados. Por ejemplo Mikel Oyarzabal y Alexander Isak sufrían molestias estomacales y no se sentían en plenitud de facultades. Aún así, ambos hicieron el esfuerzo de jugar y aportaron, aunque lejos del nivel que se les presupone. También actuó tocado Martin Odegaard, que sigue teniendo el muslo inflamado y amoratado del fuerte rodillazo que le propinó Marcelo en el partido del Santiago Bernabéu de la anterior eliminatoria. Estos tres jugadores tienen opciones de ser suplenetes en Ipurua y el siguiente partido de liga, el primero de los tres ligueros que tiene antes de la vuelta de Copa en Anduva.